Los iPhone tienen integrados una gran cantidad de sensores, donde se incluye un acelerómetro, un giroscopio, un barómetro, un magnetómetro entre otros. Estos se usan en muchas aplicaciones para diferentes funciones, por ejemplo en los juegos de coches para poder conducir inclinando nuestro teléfono.
Ivo Leko es un desarrollador de iOS y nos propone un uso del magnetómetro bastante interesante, que hasta ahora nunca se había visto, haciendo una demostración en el vídeo para que lo veamos.
El magnetómetro o la brújula, utilizan el campo magnético de la tierra para apuntar hacia el norte, Ivo Leko hace que el iPhone siga la posición de un imán a cierta distancia del dispositivo, un uso que hasta ahora nadie había hecho.
Como habréis podido apreciar, en el vídeo el desarrollador mueve un imán por una cuadrícula, al mismo tiempo en el iPhone se detecta la posición del imán, al final del vídeo Leko dibuja una cara mediante el movimiento del imán.
La configuración no solo puede detectar la posición en 2D, sino que incluso en 3D es capaz de situar el imán en la posición en la que se encuentre como se muestra en el vídeo.
Leko planea el lanzamiento de una biblioteca para que otros desarrolladores puedan utilizar estas funcionalidades, lo que permitiría nuevas posibilidades de interacción con nuestros dispositivos.
Se ofrecen interacciones similares con Leap Motion y Osmo, pero todo parece indicar que esta será mucho más barato y requiere una cantidad de accesorios mínima, las aplicaciones que podrían llegar gracias a estas bibliotecas son, teclados virtuales (gracias a guantes con imanes), mandos para juegos, un lápiz magnético y estos son solo unos ejemplos del gran potencial que tiene.
Es una noticia muy interesante, puede aportarnos nuevas formas de relación con el iPhone, cuando Ivo Leko lance la biblioteca, muchos desarrolladores se pondrán manos a la obra para traernos aplicaciones que harán las delicias de muchos, estaremos atentos a los movimientos de este desarrollador.
La capacidad del ingenio humano es infinita, lástima que la estupidez también… (como decía Einstein) 🙂