Como era de esperar, Apple sigue mejorando año tras año sus procesadores. Este año, esa mejora se ha notado especialmente en el procesador del iPad Pro, un A9X que, además de ser muy rápido y potente, tan potente que supera a los que usan muchos ordenadores con procesador Intel, también incluye un gran trabajo de diseño. Su tamaño, mucho más grande que el A9 que usan el iPhone 6s y el iPhone 6s Plus, independientemente de si han sido fabricados por TSMC o Samsung, es algo que ayuda, claro.
El A9X tiene un tamaño de un 40% más grande que el del iPhone 6s y el iPhone 6s Plus, algo que es posible gracias al tamaño extra del iPad Pro y las baterías más pequeñas (en relación) que las que debería llevar, algo que ha llegado a decepcionar al ver las especificaciones de la tablet, aunque también es cierto que aún no ha habido noticias de usuarios que se quejen por una baja autonomía de la tablet profesional de la compañía que dirige Tim Cook.
Además del tamaño, el A9X tiene una CPU de dos núcleos y una GPU de 12-clusters. Los dos núcleos de la CPU, como nos cuenta Dick James de Chipworks, se pueden ver en el cuadrado verde y cree que en cada cuadrado azul hay dos clusters de la GPU, lo que hacen el total de los 12 mencionados. Por otra parte, el A9X no tiene los 8MB de caché que sí tienen el A9 del iPhone 6s y el iPhone 6s Plus, algo por lo que aún se está especulando cuál podría ser la razón de esta ausencia.
La potencia, eficiencia y el gran trabajo de diseño del A9X sólo nos hacen pensar que en un futuro no demasiado lejano, los ordenadores de Apple también usarán sus propios procesadores. Lo más probable es que los fabrique Intel en ese hipotético futuro, pero será Apple quien los diseñe en California, como podemos leer detrás de cualquier iPhone.
