Los AirPods han sido la última revelación de la compañía de Cupertino, unos auriculares que han llamado la atención por su ausencia total de cables y el minimalista diseño de los EarPods. Sin embargo, el hecho de que estén construidos básicamente en plástico y pegamento hace que dudemos a la hora de mantenerlos bien limpios. Vamos a darle un ligero repaso a las técnicas de limpieza que te permitirán tener siempre a punto tus AirPods. Aunque como siempre se suele decir, no es más limpio el que más limpio, sino el que menos ensucia, por lo que su cuidado será relevante a la hora de mantenerlos a punto.
Para evitar posibles atascos o fallos de funcionamiento, es lógico que les debamos realizar un mantenimiento constante en lo que a limpieza se refiere.
Utilizar un paño de microfibra para eliminar cualquier tipo de exceso exterior o posibles manchas es la primera opción, un paño cualquiera que sea fino y no desprenda filamentos de algodón es la clave, como el que nos entregan cuando compramos un MacBook y que nos sirve para limpiar la pantalla. Importante que no desprenda «pelusa» que se pueda adherir a las partes abiertas.
También es importante que no empleemos grandes cantidades de agua, tampoco debemos emplear elementos sanitizadores, con alcohol normal y similares. Como bien sabéis, el pegamento es una herramienta fundamental de estos auriculares, y el alcohol, ya sea isopropílico o no, va a dañar la resistencia del mismo. Además, Apple no ha hecho ninguna referencia a su resistencia al agua, por lo que humedecer el paño cual toallita será lo máximo que debamos exponer nuestros auriculares al agua.
La paciencia será el tercer punto clave, utiliza bastoncillos, palillos de dientes y elementos que sean delicados a la vez que finos, que nos permitan hurgar entre las «entradas» de nuestros AirPods sin que la estabilidad de la pieza corra ningún tipo de riesgo. Así que mantén la calma, ilumina bien la zona y manos a la obra.