En las últimas semanas mucho hemos hablado respecto a la solicitud del FBI a Cupertino para que desbloquee el iPhone 5c de los terroristas que utilizaron en el atentado de San Bernardino. Muchas han sido las compañías tecnológicas que han apoyado sin reparos la postura de Apple al negarse rotundamente tanto a desbloquear el dispositivo como a crear una puerta trasera en su sistema operativo, que actualmente es el más seguro del mundo, ya que no hay ninguna forma de poder acceder a no ser que dispongamos de la contraseña que lo protege, que es el problema al que se enfrenta el FBI con el iPhone 5c.
Como era de esperar, la mayor parte de los políticos americanos están a favor del FBI, incluyendo a muchos de los candidatos a la presidencia del país. Donald Trump, uno de los mejores posicionados, ya lanzó hace unas semanas un llamamiento para que los usuarios de Apple dejen de comprar y utilizar sus dispositivos mientras no cambie de opinión y desbloquee el dispositivo.
Pero, llevando la contaria a todos sus compañeros, Hillary Clinton ha decidido ponerse de lado de Apple en su cruzada contra el FBI. Con el tiempo que ha tardado en pronunciarse este movimiento parece más bien una arriesgada apuesta política que puede salirle bien o mal a la candidata republicana.
Según afirma Hillary:
Debe haber un modo de proteger la privacidad y los datos de los usuarios. Debe haber un método para evitar romper el cifrado de los datos, lo que posibilita el acceso de gente con malas intenciones. Sin embargo, debe haber un método para poder realizar la investigación criminal y poder prevenir delitos sobretodo los relacionados con el terrorismo. Me encuentro en un dilema difícil de resolver.
No es que haya desconfianza entre el gobierno y las empresas tecnológicas, sino que simplemente no hay un punto en común para poder llegar a un acuerdo que permita solventar este tipo de problemas y contente a ambas partes.
Es candidata Demócrata, no republicana.
Ojalá fuera ella republicana y no Donald Trump jajajaja