El mercado de los cuantificadores hace tiempo que despuntó, sobre todo cuando los smartwatches se hicieron más populares entre los usuarios, ya que mucha gente quería poder monitorizar toda su actividad física a través de un dispositivo, pero no tenía la intención ni necesidad de comprarse un reloj inteligente, sino que únicamente quería una pulsera sencilla que le permitirá hacerlo.
Jawbone fue uno de los pioneros en lanzar al mercado pulseras cuantificadoras, negocio que posteriormente amplió a altavoces inalámbricos. Pero durante su andadura ha tenido diversos problemas sobre todo con los materiales seleccionados para la fabricación de los mismos, que en algunas ocasiones ocasionaban quemaduras a los usuarios.
Pero lo que realmente le ha hecho mucho daño es la llegada de un gran número de fabricantes al mercado, lanzando dispositivos con funciones similares pero a un precio mucho más contenido que la firma Jawbone. Esta claro que no ha sabido adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado, y no ha conseguido ganar la atención de los usuarios interesados en este tipo de dispositivos que han preferido a Fitbit, la empresa que actualmente más pulseras cuanficadoras está vendiendo en todo el mundo, con 4,8 millones de unidades vendidas en el primer trimestre del año.
La falta de innovación en la compañía, no ha podido evitar que la compañía haya perdido la mitad de su valor en poco más de un año. Además el último delo que lanzó al mercado, una pulsera cuantificadora que tiene un precio de 120 euros es una de las peores opciones que podemos encontrar en el mercado. Además tampoco es resistente al agua. Todas estas decisiones mal tomadas han obligado a la compañía a abandonar la actividad en la que se estaba centrando hasta el momento y tratar de reinventarse. Según informó el CEO de Jabone, Hosain Rahman, a Tech Insider, la intención de la compañía se centrará en crear wearables para la salud, no solo para monitorizar el ejercicio físico.