Steve Jobs no quería que sus hijos fuesen iFans

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Aunque del fundador de Apple se conoce gran parte de su personalidad por las muchas entrevistas, libros, y hasta por la película que ha generado tanta polémica durante este año, es cierto que todavía salen detalles de su vida que hasta ahora eran un verdadero secreto. En realidad hoy hemos conocido uno que resulta cuando menos curioso. Casi podríamos decir que al menos en una primera impresión responde al refrán de: «en casa de herrero, cuchillo de palo».

Steve tenía tres hijos, dos de ellos adolescentes cuando murió. Y en alguna ocasión los periodistas le preguntaron acerca de la relación de los más pequeños con la tecnología, orientándolo también hacia parte del público objetivo de la compañía. La sorpresa llegó cuando Steve Jobs reconoció que sus hijos -al menos los menores- no utilizaban los productos que diseñaba la compañía que dirigía. ¿Se había vuelto loco el fundador de Apple? En realidad no del todo. Cuando entiendas por qué, puede que incluso le des la razón.

No es que en la familia de Steve Jobs no se utilizasen habitualmente los productos de Apple, sino que a Steve y a su mujer le gustaba disfrutar del tiempo en familia sin la necesidad de tener continuamente un móvil, una tableta o cualquier otro device en la mano. Es por eso que los hijos menores no conocían al iPad cuando se lanzó por primera vez. Puede parecer una locura, pero el matrimonio tenía claro que los suyos debían usar la tecnología solo para conseguir una vida más fácil, pero no para convertirse en ultrafans de Apple que van a todos lados con sus dispositivos y se olvidan de las cosas que realmente importan en la vida.

¿Increíble, verdad? Sobre todo si tenemos en cuenta que Apple vende que sus productos deben estar en todos lados y a todas horas.


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