Faltan poco más de dos días para la keynote en la que se presentarán el iPhone 6s y el iPhone 6s Plus junto a la Apple TV y, desde hace unos días, una agencia de publicidad está aprovechando el tirón para promocionar su propia marca. La compañía responsable de esta campaña pide que el próximo smartphone de la manzana mordida se llame iPhone 7, y no iPhone 6s, alegando que «6s» es una marca que eligieron ellos hace años, en el año 2000.
La agencia escogió la combinación 6s hace ya 15 años por cómo suena al pronunciarlo, «éxito» (success). Además, le piden a Apple que den el salto y llamen al próximo modelo iPhone 7 porque aseguran que llamándolo iPhone 6s pondrían en peligro su única marca, aunque es muy poco probable que Apple tome en serio esta petición y el próximo iPhone seguirá con la estrategia de dos modelos con diseño idéntico y añadiendo una «S» al segundo modelo del ciclo.
El analista Ming-Chi Kuo entregó un informe a sus clientes inversores en el que aseguraba que el próximo modelo de iPhone se llamaría iPhone 7 y en él alegaba que el próximo iPhone contaría con novedades importantes que habrían hecho que Apple se decidiera a cambiar el número del modelo, pero es algo muy improbable. A pesar de que se espera el segundo mayor salto cualitativo en las cámaras desde la llegada del iPhone original en 2007 y pantalla 3D Touch, no hay ninguna razón para llamar iPhone 7 a un iPhone con el mismo diseño del modelo anterior. El iPhone 5s también llegó con Touch ID, procesador de 64-bits y cámara lenta y no por ello lo llamaron iPhone 6.
Sea como sea, la compañía que posee la marca 6s ya ha conseguido en una semana lo que no habría conseguido en meses de no ser por el próximo lanzamiento del iPhone 6s.