En los dos últimos años, hemos visto como muchas de las aplicaciones que habitualmente tenían un precio determinado, pasan a ser completamente gratuitas pero para poder hacer uso de ellas, tenemos que hacer uso de una de las diferentes suscripciones que ponen a nuestra disposición, algo que muchos usuarios no han visto con muy buenos ojos.
Pero además, muchos son los desarrolladores que han aprovechado este nuevo método para tratar de engañar a los usuarios y que se suscriban sin que se den cuenta utilizando botones de suscripción con el texto Inicio o Continuar sin informar en ningún momento que estaba comenzando una suscripción de pago en la aplicación.
A partir de ahora, las aplicaciones deben mostrar claramente los precios de las suscripciones mensuales además de mostrar en texto resaltado el dinero que los usuarios se pueden ahorrar en función del período de suscripción que seleccionen. Además, las pruebas gratuitas deben identificar cuanto tiempo durarán así como el precio que tendrá la aplicación una vez finalice el período de prueba.
Apple ha añadido diferentes ejemplos de capturas de como se debe mostrar la información a partir de este momento. Aunque no es obligatorio, Apple insta a que los desarrolladores permitan a los usuarios gestionar las suscripciones directamente desde las aplicaciones en lugar de obligarles a acudir a las opciones de configuración de la App Store.
Las suscripciones generan un flujo más grande de ingresos para Apple al igual que para los desarrolladores que las compras únicas. Sin embargo, ha habido una creciente resistencia al porcentaje que Apple se queda de cada suscripción, el 30%, un porcentaje que a partir del primer año se reduce hasta el 15%.
A pesar de esta reducción en la cuota que cobra Apple, algunas empresas como Spotify o Netflix han optado por eliminar por completo las compras integradas dentro de sus aplicaciones, obligando al usuario a visitar su página web para poder contratar el servicio.
