Apple, Samsung, Sony y otras grandes compañías tecnológicas han sido acusadas por la organización de derechos humanos Amnistía por no poder asegurar que en el trabajo por extraer los minerales usados en sus productos no participan niños. Según su informe, Amnistía afirma que ha encontrado niños de siete años de edad trabajando en condiciones peligrosas en la República del Congo, de los cuales la mayoría estaban trabajando en minas de cobalto.
El cobalto es un componente clave en las baterías de litio. Amnistía recoge en su informe el caso de Paul, un huérfano de 14 años que ha llegado a pasar 24h seguidas en las minas de este mineral. La información también asegura que hay hasta 40.000 niños y niñas en el sur de la República del Congo que están ejerciendo este duro trabajo.
La respuesta de Apple no se ha hecho esperar, asegurando que ellos nunca toleran las malas condiciones de trabajo y que están orgullosos de «haber liderado la industria siendo pioneros en nuevas garantías de seguridad«. Además, también afirman que se llevan a cabo inspecciones regulares para asegurar que el trabajo infantil no está presente en sus cadenas de suministro. Si Apple pilla a uno de sus proveedores usando trabajadores infantiles, ese proveedor es obligado a financiar el regreso seguro de los niños, su educación, continuar pagando su salario u ofrecerle un trabajo al llegar a la mayoría de edad laboral.
Como empresa referente, Apple está siempre en el punto de mira en todo cuanto emprende, y esto incluye las condiciones de trabajo en sus cadenas de suministros. Anualmente publica un informe de progreso de responsabilidad de los proveedores donde aporta información y condiciones que llegan de las fabricas de sus proveedores. El problema aquí es que las grandes compañías no pueden controlarlo absolutamente todo. Si Apple contrata a una empresa para que realice los trabajos de minería en la República del Congo y ésta contrata a niños, es muy difícil que se entere de que lo están haciendo. Eso sí, una vez se entera tiene que tomar medidas drásticas ejemplares como las que describe en su defensa. Por el bien de todos y, sobre todo y de lo que se habla en este artículo, de los niños.