En los dos últimos años, y debido a las quejas de los operadores japoneses, los reguladores japoneses han estado investigando a la compañía con sede en Cupertino por haber violado la leyes antimonopolio del país obligando a las operadoras a vender sus diferentes modelos de iPhone a bajo coste, lo que generaba unas tarifas más altas por parte de las operadoras.
La Comisión de Comercio Justo, afirma que la división de Apple en Japón ha forzado a las operadoras NTT, Docomo, KDDI y SoftBank Group a ofrecer los iPhone subvencionados, por debajo del coste al que actualmente se pueden adquirir en las Apple Stores de Japón, si querían poder ofrecer los terminales de Apple en su catálogo.
Según afirma la Comisión del Comercio Justo:
Obligar a las operadoras a ofrecer subsidios (para el iPhone) ha evitado que las operadoras ofrezcan tarifas mensuales más económicas, además de impedir que otros fabricantes estuvieran en las mismas condiciones para ofrecer sus terminales en el mercado.
Para compensar las pérdidas, las operadoras, estas se veían obligados a realizar contratos con los clientes de entre 2 y 4 años de permanencia, con unas tarifas mucho más elevadas de las que se encontraban en el mercado, siendo los usuarios finales los principales perjudicados, como siempre sucede en este tipo de artimañas que hacen las empresas.
Esta comisión no ha castigado a Apple por estas prácticas, ya que afirma que revisará los contratos que actualmente tiene con las operadoras de telefonía del país. Gracias a esta práctica, Apple ha conseguido hacerse con la mitad de la cuota del mercado, lo que a su vez le ha permitido convertirse en uno de los mercados más rentables para la compañía, ya que a día de hoy, Japón se ha convertido en el tercer país que más ingresos genera en la App Store después de China y Estados Unidos.