EL nuevo iPhone 8 con pantalla AMOLED le sigue dando muchos quebraderos de cabeza a Apple. A los rumores sobre los problemas con el Touch ID y su aún desconocida ubicación dentro del terminal (integrado en la pantalla o en la parte posterior como los smartphones Android), problema que incluso podría haber provocado que Apple abandonara el sensor de huellas en su próximo modelo, ahora se suma que una de las plantas que fabricaba un elemento básico del iPhone 8 ha dicho que abandona.
Se trata de uno de los tres fabricantes que Apple había seleccionado para producir los circuitos impresos para su próximo iPhone, que parece haber tirado la toalla al no poder fabricar ese elemento ni en la velocidad que Apple necesita ni cumpliendo con los estrictos controles de calidad que Apple impone. Esto podría haber provocado que Apple haya comprado maquinaria por millones de dólares para poder cubrir la fabricación necesaria.
En este nuevo iPhone 8 Apple parece que incorporará unos nuevos circuitos impresos «Rígidos-Flexibles». Este tipo de circuitos consigue una mayor densidad de elementos consiguiendo que en menor espacio se puedan incorporar más chips. Según todas las fuentes el próximo iPhone 8 tendrá una pantalla de al menos 5,5 pulgadas pero en un cuerpo mucho más pequeño que los actuales modelos «Plus», lo cual hace que el espacio disponible para todos los elementos internos sea mucho menor.
De las tres empresas que iban a fabricar estos nuevos circuitos sólo dos parece que están cumpliendo con el ritmo preestablecido, y la tercera ha decidido abandonar. Para poder compensar esta baja de última hora Apple habría invertido decenas de millones de dólares en maquinaria para poder producir esos circuitos impresos, lo cual ha dejado estupefactos a todos los expertos porque Apple no tiene plantas de fabricación propia. ¿Qué es lo que Apple tiene pensado hacer con esa maquinaria? Alquilarla a sus proveedores para que puedan cumplir con el ritmo de fabricación preestablecido. Una solución curiosa pero eficaz.