Han sido muchos años escuchando siempre la misma cantinela desde la industria musical, leyendo quejas de las discográficas, artistas y distribuidoras sobre cómo internet estaba destrozando el negocio de la música, de los peligros que suponía el no poner freno al streaming, y viendo cómo grandes artistas y compañías se resistían (y se resisten aún) a entrar en la música en streaming. Sin embargo el tiempo siempre da y quita razones, y ahora la música en streaming ha supuesto el 51% de los ingresos en el mejor año de la industria de las últimas dos décadas.
Según informaciones de Bloomberg, la industria musical en Estados Unidos disfrutó el pasado año del mayor crecimiento de las últimas dos décadas, con un aumento de los ingresos de hasta un 11%, llegando a los 7.700 millones de dólares. Desde 1998 no se veían unas cifras parecidas, y en qué año se vendieron seis veces más CD que en 2016. ¿De donde han venido entonces estos ingresos? Servicios de música en streaming como Apple Music, Spotify, Pandora y Youtube son responsables del 51% del total de ingresos, la primera vez que consiguen esa cifra.
Un nuevo protagonista llega para quedarse
Es cierto que las cifras aún están muy lejos del esplendor de antaño, y a pesar de este crecimiento las ventas aún representan la mitad de lo que eran en 1999. Pero la realidad es que una nueva fuente de ingresos ha llegado y parece que no será algo temporal, porque las cifras de crecimiento del streaming son realmente sorprendentes en los últimos años, sobre todo este pasado 2016.
Los servicios de streaming de pago, con Spotify y Apple Music como principales protagonistas, han sido los responsables de ese espectacular crecimiento. Más de 23 millones de usuarios pagan por escuchar música en streaming en los Estados Unidos, contribuyendo a los ingresos de la industria musical con 2.500 millones de dólares. Spotify con 50 millones de usuarios en todo el mundo es el líder absoluto, seguido por Apple Music con más de 20 millones según las últimas cifras oficiales. Ha costado trabajo pero después de años culpando a internet de las penurias de la industria musical, parece que por fin su relación llega a buen puerto.
Y es que las cifras de ventas de CDs e incluso las ventas digitales en tiendas como iTunes siguen con su caída en picado, con un 20% menos durante el 2016. Además de estos datos tenemos que añadir que los suscriptores se gastan al año más dinero de lo que se suele gastar un usuario medio en CDs, ya que la media anual de cada suscriptor es de unos 120€, y algunos de éstos incluso siguen comprando CDs, por lo que el negocio parece más que claro.
Los servicios gratuitos casi anecdóticos
Otro dato importante que se puede sacar de este informe es que los servicios que ofrecen cuentas gratuitas a cambio de publicidad parecen tener los días contados. Si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de usuarios de Spotify tienen este tipo de cuentas, y que otro de los grandes servicios gratuitos es Youtube con más de 1000 millones de usuarios mensuales, cabría esperar que fueran responsables de gran parte de los ingresos provenientes del streaming. La realidad es que no, ya que sólo aportan 469 millones de dólares, menos de la quinta parte de lo que aportan los servicios de pago con muchos menos usuarios.
El gráfico es bastante ilustrativo: a pesar de que Apple Music cuenta con menos usuarios que Spotify o que la propia YouTube, los ingresos que obtienen por este servicio son, en proporción, mucho mayores que los que obtienen por Spotify o YouTube. No es extraño que la industria esté presionando a Spotify para negociar otros acuerdos, incluyendo la posibilidad (ya realidad) de que algunos álbumes sólo estén disponibles en las cuentas de pago. Y es que muchos de esos usuarios que tienen cuentas gratuitas, que ya hemos visto que apenas aportan ingresos, pasarían a cuentas de pago si no existiera esa opción.
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