Cuando he leído esta noticia me he acordado de una cosa. En la carrera por la conquista del espacio que protagonizaron los americanos y los rusos hace una décadas, los ingenieros de EE.UU. diseñaron un bolígrafo con presión de tinta para que pudieran escribir los astronautas sin gravedad. Los rusos simplemente usaban un lápiz y problema resuelto.
Ahora vemos que Apple ha patentado una batería flexible para alimentar unos futuros dispositivos plegables. Y pienso: ¿No bastaría con dos baterías, una a cada lado de la parte plegada? En fin, ellos sabrán.
Apple acaba de dar de alta una nueva patente un tanto curiosa. Es la US Patent nº 10.637.017 titulada «Estructura flexible de la batería«. En ella, se explica que las baterías a menudo ocupan una cantidad sustancial de espacio en un dispositivo electrónico portátil. A medida que los dispositivos han crecido cada vez más hambrientos de energía, es necesario dedicar mayores cantidades de espacio para acomodar el sitio disponible para las baterías.
Las diversas propuestas de Apple se centran en trabajar tanto con las baterías como con las conexiones entre ellas. Por ejemplo, las celdas flexibles de la batería se pueden enrollar en cilindros discretos y luego distribuirse a través de un sustrato flexible, explica el documento. Y añade: «Dependiendo del intervalo entre los cilindros discretos y el diámetro de dichos cilindros, la batería resultante puede flexionarse sobre un eje».
Gran parte de la patente detalla diferentes métodos de montaje y distribución de las celdas de batería, además de explicar cómo aliviar las tensiones que esto causa en el material de la propia batería.
Todo esto no significa que Apple vaya a lanzar un próximo iPhone o iPad plegable en breve. Es muy económico patentar una idea. Todas las compañías patentan cientos de ellas que muchas veces no llegan a ser realidad, pero por muy poco dinero, se curan en salud y las patentan para ahorrarse posibles problemas si algún día se llegan a fabricar.