Apple no ha conseguido acabar el año con la imagen de empresa a la que nos tienes acostumbrados, sino todo lo contrario. El problema con la ralentización de los iPhone más antiguos cuya batería no está al 100% le ha causado no solo problemas de imagen, sino un gran número de demandas, demandas que no solo le llegan desde Estados Unidos, sino que están llegando a las oficinas de Apple desde todo el mundo, empezando por Francia, siguiendo con Israel y acabando por Corea del Sur. A pesar de que Apple trató de salvar la papeleta reduciendo el precio del reemplazo de batería, dejandolo en 29 euros, esto no ha sido motivo suficiente para muchos usuarios y de momento las demandas se siguen sumando.
El haber ocultado la función que nos ofrecía iOS 10.2.1, función que reducía el funcionamiento del terminal para aprovechar al máximo la batería y así evitar que el terminal se apagara inesperadamente, abrió las puertas oficialmente a la famosa obsolescencia programada, una obsolescencia con la que el fabricante quiere obligar al usuario a renovar su dispositivo por un más moderno, debido a que su terminal ha comenzado a mostrar signos irrecuperables de fatiga, signos que en el caso del iPhone no se debía a otra cosa que no fuera a la reducción de la potencia del terminal por parte de Apple.
Las demandas a las que se enfrenta Apple exigen una compensación para todos los usuarios de iPhone que han experimentado ralentizaciones en sus dispositivos, reemplazos de batería gratuitos además información adicional de cuando considera iOS que el funcionamiento del terminal debe ralentizarse para optimizar el funcionamiento de la batería. También podemos encontrar demandas de algunas personas que exigen una indemnización de 1 millón de dólares por los daños que ha causado Apple en su día a día. De momento, y como todos sabemos, el único movimiento de Apple hasta el momento, a parte de pedir disculpas por no haber informado previamente, es ofrecer el cambio de batería de los dispositivos afectados a partir del iPhone 6, por 29 euros, 69 euros más barato que la tarifa habitual.
Lo de la obsolescenia programada, no es nada nuevo. En algún momento tenían que saltar las alarmas. Demasiados borregos por todas partes…
Ya era hora de abrir los ojos…