Desde hace unas semanas, los usuarios de productos de Apple, por fin pueden visitar una Apple Store y probar todos y cada uno de los productos de la compañía con sede en Cupertino tiene actualmente en el mercado. Hasta el momento, la única forma de hacerlo era a través de resellers autorizados.
Pero el primer paso que acaba de dar la compañía en la sede de su máximo rival, Samsung, parece que ya se ha encontrado con la primera piedra en el camino, una piedra que le está costando sortear, ya que el organismo antimonopolio de Corea del Sur ha comenzado a ver con malos ojos las prácticas de Apple con las operadoras del país.
Apple se enfrenta a diversas sanciones por parte del organismo antimonopolio del país debido a que las operadoras de telefonía del país se esetán teniendo que hacer cargo de todo el coste de la publicidad que realiza Apple en el país. Pero además, tambén se están teniendo que hacer cargo de la reparaciones de los dispositivos que se venden a través de las operadores. Por si fuera poco, Apple también está obligando a las operadoras a comprar un número mínimo de dispositivos para vender el país si quieren seguir trabajando con Apple.
La compañía con sede en Cupertino está vendiendo el iPhone en Corea del Sur desde 2009. Desde la fecha, siempre ha sido muy criticado por los reguladores del país y la prensa local. Según Roger Kay, CEO de la empresa de análisis tecnológico Endpoint TEchnologies Associates, esto se debe a la tradición de la Comsión del Comercio Justo de Corea de aplicar cargos extra a las compañías extranjeras.
No es la primera vez, ni parece que será la última vez que Apple se enfrenta a problemas con los organismos antimonopolio de algunos países, ya que anteriormente fue multado con 20 millones en Taiwán por obligar a las operadoras a comprar un número mínimo de productos y hacerles pagar por toda la publicidad. Más recientemente, en 2016, Francia también multó a Apple por lo mismo con 49 millones de euros.