La batalle legal que enfrenta a Apple contra un gran número de demandas por ralentizar intencionadamente los iPhone más antiguos para incentivar a los clientes a renovar su dispositivo tendrá lugar en un tribunal cerca de las oficinas centrales de Apple en California, al menos una parte de las que se han presentado a día de hoy en Estados Unidos.
El departamento de justicia está considerando la consolidación de docenas de quejas relacionadas con el funcionamiento del iPhone presentadas en una única audiencia programada para el 29 de marzo en Atlanta, Georgia, siguiendo el mismo procedimiento cuando se enfrentan a demandas de múltiples estados.
Actualmente Apple se enfrenta a más de 60 demandas colectivas en 16 tribunales de distrito en Estados Unidos. 30 de ellas las lleva el juez Edward J. Davila, del Distrito Norte de California, quien quiere gestionarlas de forma conjunta y centralizadas en una sola, ya que la mayoría de ellas reclaman más o menos lo mismo.
Pero Apple no se enfrenta únicamente a demandas en su propio país, sino que al menos seis países también han efectuado diferentes demandas, unas demandas que le pueden costar muy caro debido a la falta de transparencia de la compañía, ya que ocultó la característica que reducía el funcionamiento de los dispositivos con baterías en mal estado.
Todas las demandas, se han estado preparando desde finales de diciembre, fecha en la que Apple confirmó oficialmente que el rendimiento de algunos dispositivo se reducía automáticamente al haber implementado una característica de iOS 10.2.1 que se encarga de testar el funcionamiento y reducir el rendimiento en caso de que fuera necesario para evitar que el usuario sufriera apagones repentinos de su terminal.
Desde la fecha, Apple ha abierto un programa de reemplazo de baterías en todo el mundo para todos los terminales, a partir del iPhone 6 y 6 Plus, por 29 euros, siempre y cuando los dispositivos no superen el test que efectúa la compañía. Tal ha sido la demanda que ha tenido Apple para reemplazar las baterías, que la lista de espera en algunos países es de varios meses, debido a la escasez de baterías.