Volvemos a la carga con un tema más que masticado y que parece que no se va a terminar de resolver. El mercado de las tabletas está en decadencia, es duro escribir estas palabras, y más dejar constancia de ellas en las redes, ya que en el futuro la hemeroteca puede darte un buen !ZAS!, pero todo apunta a que ni siquiera la compañía de Cupertino, experta en revolucionar mercados por los que nadie daba un duro, sería capaz de cambiar la situación de las tablets que nos encontramos actualmente. Sin embargo, y a pesar de todo, Apple sigue liderando con diferencia el mercado de este producto electrónico que está a la baja.
Si bien las cifras de este último trimestre financiero en la compañía de Cupertino nos dejó datos reveladores acerca del Apple Watch, ese del que todos desconfiaban en cuanto a ventas pero que resulta ser un producto líder en el mercado e incluso un referente para la compañía, nos encontramos un panorama totalmente diferente en lo que a tablets se refiere. El último movimiento de Apple lanzando un «iPad» recauchutado que no deja de ser un iPad Air 2 con algunas mejoras, y otros tantos empeoramientos, es bastante revelador en cuanto a la importancia que los dispositivos iOS de pantalla grande importan en la sede de la compañía.
Queremos decir que IDC, expertos analistas, estiman que las marcas han vendido alrededor de 36,2 millones de tablets durante el primer trimestre fiscal, el quinto año consecutivo de caída en el mercado. También es otra caída para Apple que está a la baja con los iPad, la mayor caída desde el año 2012 si somos más exactos. La compañía ha vendido alrededor de 8,9 millones de iPad, un dato estremecedor, otra caída desde los 10,2 millones del pasado año en las mismas fechas, ¿quiere esto decir que muy pocos usuarios están interesados en el iPad actualmente? No exactamente.
El mercado sufrió su mayor crecimiento entre 2010 y 2013, los usuarios a quien iba orientado este tipo de productos se hacían con ellos por primera vez. Sin embargo, parece que han llegado muchas razones por las que los usuarios están decidiendo mantener durante más tiempo este tipo de dispositivos. Continuamos pensando que que el motivo por el que no se venden más de estos dispositivos es el incremento de la dependencia de los smartphones, intentando minimizar la necesidad de productos tecnológicos y a su mayor factor de progresión.
¿Qué le pasa a los iPad? ¿De verdad nadie quiere uno?
Esto no es del todo cierto, la realidad es que el iPad es un producto peculiar. Difícil es encontrar un usuario de iPad que no esté satisfecho con su compra. El verdadero «problema» (y bendito problema) es que el iPad no es un producto de fácil renovación, y no es por el precio, no es por el rendimiento, ni es por la necesidad. Es debido a la utilidad en comparación con la necesidad que tenemos en él. Si bien el iPhone es un producto que llevamos en el bolsillo prácticamente todo el día, además de ser para muchos un dispositivo que te representa en muchas situaciones (sin juzgar a este tipo de usuarios), es nuestra primera herramienta para cualquier actividad a lo largo de iOS, tanto productiva como de consumición.
Por otro lado, el iPad, a pesar de sus posibilidades más allá del entorno doméstico, está encuadrado en unas actividades más lúdicas, de mero entretenimiento y para consumir contenido. Quienes usan un iPad, generalmente acuden a él desde el momento en que entran en casa, pero a diferencia del iPhone, no es una herramienta de mensajería instantánea (aunque pueda), ni el método favorito para llamar por teléfono (aunque pueda), ni tan siquiera para navegar por las redes sociales. El iPad es el elemento elegido para matar el tiempo, leer libros y ver nuestras series en Netflix, y para ello, cumple su cometido un dispositivo con más de tres años de antigüedad. Es por ello que los usuarios no ven la necesidad de renovar su iPad de forma constante y lo que hace caer el mercado y las ventas.
Totalmente de acuerdo