La espera está a punto de terminar para los seguidores de los relojes inteligentes más avanzados. Apple Watch Ultra 3, el nuevo buque insignia de la gama deportiva y profesional de Apple, prepara su desembarco para septiembre de 2025. Tras un año sin novedades destacadas y con ventas en descenso respecto a los picos de 2022, la firma de Cupertino apuesta por dos grandes mejoras para renovar el interés en el segmento.
Dos avances clave: satélite y 5G RedCap
Las filtraciones y reportes de fuentes como Bloomberg y analistas reputados coinciden en que el Ultra 3 marcará un antes y un después. El foco está puesto en la conectividad independiente y mejoras para quienes requieren máxima fiabilidad en entornos exigentes.
La novedad estrella será la conectividad por satélite, permitiendo enviar mensajes incluso en zonas sin cobertura tradicional de móvil o WiFi. Este avance, heredado de los iPhone 14 y siguientes, está orientado a aventureros, deportistas y profesionales que trabajan en zonas remotas. El sistema funcionará de forma independiente al iPhone, acercando el reloj a una verdadera autonomía.
Junto a ello, llega el soporte para 5G RedCap (Reduced Capability), un estándar optimizado para dispositivos como smartwatches. Supone una mejora en velocidad, fiabilidad y eficiencia energética frente al actual LTE, algo que se notará en descargas, actualizaciones y usos intensivos sin agotar la batería.
Salud: presión arterial y sensores avanzados
El Ultra 3 podría estrenar monitorización de presión arterial, aunque la función estaría centrada en detectar tendencias de hipertensión, no en ofrecer mediciones exactas. La idea es avisar al usuario si detecta valores elevados de forma persistente, lo que podría ser útil para la salud preventiva. Sin embargo, los propios informes dejan claro que Apple sigue afrontando retos para certificar la precisión necesaria, así que no está garantizado que esta función llegue desde el lanzamiento.
Se mantendrán y mejorarán otros sensores avanzados ya presentes en la gama Ultra, además de las capacidades de seguimiento deportivo y actividad.
En el apartado estético, Apple mantendrá el característico diseño de 49 mm en titanio, con resistencia al agua de hasta 100 metros, pensado para deportes acuáticos y aventuras extremas. El rumor de un cambio radical en el grosor del reloj, finalmente, se descarta a favor de pequeñas optimizaciones internas.
La pantalla adoptará tecnología OLED LTPO con hasta 3.000 nits de brillo y refresco mejorado, similar a lo ya visto en el Watch Series 10. Los rumores sobre un panel microLED han quedado aplazados, al cancelarse el proyecto asociado a esta tecnología por parte de Apple, por lo que hasta 2026 o 2027 no se esperan avances en este sentido.
Uno de los puntos fuertes será el salto a un nuevo chip S10 o S11, que promete mejor rendimiento y eficiencia energética, y la llegada de funciones basadas en Apple Intelligence, como la posible integración de un entrenador personal con IA. La carga rápida seguirá presente, aunque la batería y autonomía no experimentarían grandes saltos, manteniendo las cifras habituales para el modelo Ultra.
Fecha de lanzamiento y precio
Todo apunta a un anuncio oficial en el evento de septiembre de 2025, coincidiendo con los iPhone 17 y Apple Watch Series 11. El precio inicial se mantendría en torno a los 799 dólares, aunque podría variar ligeramente según tarifas o políticas comerciales, especialmente en EE. UU. y Europa.
Apple pretende así plantar cara directamente a rivales como Garmin en el nicho de relojes outdoor profesionales, reforzando su apuesta por la independencia del reloj y las funciones de salud avanzada.
Este reloj se destaca por ser el mayor salto evolutivo en la gama de relojes inteligentes de Apple desde la aparición de la línea Ultra, especialmente para los usuarios más exigentes y aventureros que buscan lo último en autonomía, conectividad y fiabilidad en cualquier situación.