Apple presentó un sistema de vibración rediseñado para el iPhone 6s y el iPhone 6s plus con una tecnología similar al la que se presenta bajo el Force Touch de los Macbook. El nuevo mecanismo está cerrado bajo su propia carcasa de aluminio y alcanza su máxima potencia desde la primera oscilación, a diferencia de los tradicionales presentes en el resto de teléfonos inteligentes que requieren alrededor de diez oscilaciones para mostrar su máxima potencia. Esto permite una mayor precisión en la retroalimentación háptica para acompañar el famoso Peek y Pop de sistema 3D Touch.
Gracias a iFixit y su clásico análisis al interior de este tipo de dispositivos, podemos encontrar una «fotografía» con Rayos-X del interior de este nuevo sistema. Este dispositivo es el gran culpable de que el nuevo iPhone tenga un peso bastante mayor en comparación con su predecesor. Ocupa gran parte del espacio por debajo de la batería, lo que podría explicar la ligera reducción del tamaño de la batería, al menos eso opinan desde iFixit, y normalmente nunca fallan.
Esta ráfaga de capturas nos muestran como el mecanismo socila de forma lineal bajo la carcasa del dispositivo compuesta en aluminio. Además, se muestra más oscuro porque los materiales de construcción son más densos que los del resto del dispositivo, por lo que absorben una mayor cantidad de Rayos-X, así lo explican desde iFixit. El Taptic Engine es una pieza clave para poder integrar correctamente el 3D Touch y llevar la experiencia de usuario a otro nivel, aunque parezca una pequeña mejora, supone un avance nunca antes visto en un dispositivo móvil hasta ahora.
Estas respuestas nos permitirán saber qué tipo de acciones estamos realizando y como las capta el dispositivo, aunque no sabemos como afectará al rendimiento de la batería. Taptic Engine ha sido una de las características subestimadas del iPhone 6s y no debería ser así.