Son cada vez más fuertes los rumores de que el iPhone 7 que veremos este año será un pequeño rediseño del actual en lugar de un cambio completo como hasta ahora Apple nos ha acostumbrado. Según estas fuentes que nadie puede nombrar pero que siempre son muy cercanas a Apple, el verdadero cambio llegará en 2017, el año que viene, con el iPhone 8. Sí, porque si este año el iPhone 7 no supone un cambio radical de diseño, el año que viene no habría iPhone 7s, sino que directamente Apple lanzaría un iPhone 8 completamente nuevo. Incluso John Gruber, toda una autoridad en estos temas, ha hablado de cómo podría ser el futuro iPhone 8 en función a lo que ha escuchado.
El iPhone 7 tendrá pocos cambios respecto al modelo actual, al menos el modelo de 4,7 pulgadas. Otra cosa será el iPhone 7 Plus, que parece que dispondrá de doble cámara, Smart Connector y 3GB de RAM. Ambos modelos carecerán del conector Jack para auriculares, y el diseño global del reloj será muy similar al actual, a falta de saber si Apple optará por dotarlos con dos altavoces en la parte inferior o mantiene el único altavoz actual.
Sin embargo el iPhone 8 si que sería una renovación completa del terminal. Gruber asegura que la parte frontal del terminal estará ocupada en su totalidad por la pantalla. El Touch ID y la cámara frontal, que son los elementos que podrían interrumpir esa pantalla, estarán integrados en ella, y los altavoces y resto de sensores estarían por detrás. La pantalla además irá hasta los bordes, dejando un marco prácticamente imperceptible. Gruber dice tener dudas acerca del tamaño del dispositivo: Apple podría reducir el tamaño para mantener las pulgadas de las pantallas actuales, o bien podría mantener el tamaño del dispositivo consiguiendo pantallas más grandes. De ser así este sí que sería el auténtico empujón que llevaría las ventas del iPhone a conseguir nuevos récords, pero este año Apple lo pasaría mal con un iPhone 7 tan similar al actual, aunque siempre puede haber sorpresas.
