Porque no es necesario que todos los juegos tengan grandes gráficos, existen títulos como Cobe The Gallery, un juego tipo puzzle en el que tendremos que conseguir que todo se vuelva de un mismo color. Con Cobe The Gallery disfrutamos de un juego que nos permite tener la cabeza ocupada al mismo tiempo que nos relaja por su mezcla de simplicidad (aunque se complica), efectos visuales y banda sonora. Y lo mejor de todo es que el juego es freemium, lo que significa que podemos jugar sin pagar nada a no ser que queramos comprar consejos para poder avanzar.
Los efectos visuales son minimalistas hasta el punto de parecer malos, algo que cambia en el momento nos ponemos a jugar. Cuando deslizamos sobre una pila de colores y empieza la animación es donde sentimos algo que, aunque parezca una tontería, hay que decir que es algo especial. Además, los colores son suaves, lo que también es agradable a la vista. Por si la gama de colores y la animación no fuera suficiente, Cobe The Gallery también cuenta con unas sombras dinámicas que acompañan al movimiento de los cubos, que hay que decir que es suave y fluido en todo momento.
Como otros juegos de puzzles, Cobe The Gallery empieza en niveles tan simples que nos sirven de tutorial. En el primer nivel sólo tendremos que deslizar el color verde sobre el color naranja para que entendamos de que va el juego. Más adelante incluso aparecen más colores, lo que hace que aumente la dificultad. En total hay 81 niveles que fueron creados para relajarnos, aunque el desarrollador también se encargó de proponernos un reto que nos hiciera pensar la manera de superar los niveles. Y es que en cada nivel tendremos un número limitado de movimientos; si no podemos pasar de un nivel, podemos usar un consejo tocando sobre la bombilla que hay en la parte superior. A partir del 4 consejo, tendremos que pagar o calentarnos la cabeza para poder pasar de nivel.
El objetivo de Cobe The Gallery, como dije anteriormente, es conseguir que toda la superficie sea del mismo color. Esto se consigue moviendo las diferentes superficies para que empiece un movimiento en cadena que irá cambiando el color de todo lo que pille por delante, siempre y cuando no se encuentre con algún trozo que le obligue a parar. En el vídeo anterior podéis ver cómo se juega pero, aviso, mejor jugarlo que verlo.
