Cuando hablamos de cámara móvil, el iPhone suele marcar el ritmo: su calidad fotográfica y su vídeo son referencia año tras año. Con cada generación llegan funciones nuevas (zoom, macro, 48 MP, ProRAW…) que, bien usadas, hacen que tus imágenes destaquen sin esfuerzo.
La clave está en combinar composición, luz y los ajustes adecuados. Con unos trucos sencillos y funciones nativas que quizá pasabas por alto —como la cuadrícula, el nivel, el control de macro, los estilos fotográficos o la exposición— podrás exprimir tu iPhone, desde modelos recientes hasta generaciones anteriores. Vamos allá con cómo tomar fotos increíbles con tu iPhone.
Composición inteligente: cuadrícula y regla de los tercios
Antes de hablar de sensores y modos, empecemos por lo esencial: la composición. Se suele decir que no hay buena o mala cámara, sino buen o mal encuadre. Usar la cuadrícula para aplicar la regla de los tercios ayuda a situar el sujeto en puntos de interés y a lograr fotos más atractivas.
Activa la guía visual en tu iPhone desde Ajustes > Cámara > Cuadrícula. Verás líneas sutiles que dividen el encuadre en 3×3; coloca a tu sujeto en una intersección o a lo largo de una de las líneas para obtener imágenes con más equilibrio y dinamismo.
Esta técnica funciona especialmente bien con retratos, paisajes o mascotas. Nuestro cerebro responde mejor a composiciones asimétricas y diagonales, por lo que descentrar el sujeto suele resultar más agradable que dejarlo clavado en el medio, salvo cuando busques simetrías muy marcadas.
Hay excepciones: si fotografías arquitectura, geometría o escenas muy simétricas, céntralo sin miedo. La cuadrícula también te ayuda a alinear horizontes para que el mar no “se caiga” y las líneas verticales queden rectas.
Fotos cenitales y horizontes rectos: usa el nivel
Para tomas cenitales (desde arriba) de comida, objetos o flat lays, mantener la cámara perfectamente paralela al suelo marca la diferencia. Entra en Ajustes > Cámara > Nivel y activa el nivel para ver una cruz que te indica cuándo el iPhone está totalmente recto.
Además de cenitales, el nivel te sirve para horizontes precisos en paisajes y arquitectura. Pequeños grados de inclinación arruinan una buena foto, así que deja que el iPhone te “chive” cuándo está todo realmente equilibrado.
Combinar nivel y cuadrícula es una apuesta segura: alineación perfecta y encuadre sólido sin tener que corregir después en edición (aunque siempre puedes enderezar si hiciera falta).

Selfies que no te “descolocan”: espejo y enfoque

¿Te ves genial en pantalla y, al guardar, la foto te “choca”? Por defecto, el iPhone voltea el selfie para simular cómo te ven los demás. Si prefieres conservarlo tal cual lo ves, activa Ajustes > Cámara > Conservar efecto espejo y adiós sorpresas.
Para selfies más favorecedores, busca una luz frontal suave (ventana o sombra luminosa), separa un poco el teléfono y enfoca tocando sobre tus ojos. Si ajustas levemente la exposición con el icono del “sol” ganarás detalle en pieles sin quemar las altas luces.
Zoom óptico, “saltos” entre lentes y cuándo evitarlo
Con varias cámaras, los iPhone ofrecen gran angular, principal y telefoto. El zoom óptico te acerca sin pérdida, pero ojo: los teleobjetivos suelen ser menos luminosos que la cámara principal (1x). En poca luz, el iPhone puede “forzar” la principal y hacer un recorte digital para simular el zoom, perdiendo nitidez.
¿Cómo detectarlo? Si al moverte por la rueda de zoom no notas un “salto” entre lentes o ves la escena blanda/pixelada estando en 2x/3x/5x, probablemente se ha quedado en la 1x con recorte. La solución: busca más luz, apóyate para estabilizar o usa la 1x y recorta después para mantener calidad.
Excepción útil: en iPhone 14 Pro y posteriores, el 2x suele basarse en el sensor de 48 MP, ofreciendo un recorte de alta resolución con calidad muy cercana al óptico. Es una opción fantástica cuando no quieres saltar al teleobjetivo auténtico o la iluminación es limitada.
Si de verdad necesitas apurar el tele, mantén estable el móvil (trípode o apoyo) y vigila la luz. Menos ISO y más estabilidad equivalen a fotos más limpias. Y recuerda: siempre que puedas, acércate físicamente antes que tirar de zoom digital.
Macro bajo control: acércate sin perder calidad
Desde iPhone 13 Pro y, más recientemente, otros modelos, puedes hacer macro a apenas un par de centímetros. El iPhone cambia automáticamente a la ultra gran angular para enfocar tan de cerca, pero esa lente es menos luminosa y con menor resolución que la 1x.
Activa Ajustes > Cámara > Control de macro para decidir cuándo usarlo. Al acercarte, verás el icono de la flor para activarlo o desactivarlo. Dominar ese interruptor evita “macros” involuntarios cuando, en realidad, querías una toma normal.
Consejo práctico: busca buena luz, apoya el iPhone y dispara varias tomas. Texturas como telas, hojas o flores ganan muchísimo cuando el enfoque está clavado y la luz acompaña.
48 megapíxeles sin llenar el almacenamiento
Los iPhone con sensor de 48 MP (14 Pro en adelante) disparan por defecto a 12 o 24 MP. Para usar toda la resolución sin irte a archivos gigantes tipo ProRAW, activa la opción HEIF Máxima 48 MP en los ajustes.
- Ajustes > Cámara > Formatos y entra en “Control de la resolución y ProRAW”.
- En “Formato profesional por omisión”, elige HEIF Máxima 48 MP.
Ahora, en la cámara, activa/desactiva el icono de resolución según lo necesites. Úsalo cuando haga falta mucho detalle (paisajes, arquitectura) y vuelve a 12/24 MP para diario, optimizando espacio sin sacrificar calidad.
Controles rápidos: desliza hacia arriba y manda tú
Un “truco” poco conocido: en el visor, desliza hacia arriba para desplegar controles de flash, Modo Noche, Estilos Fotográficos, relación de aspecto, exposición, temporizador, filtros y RAW/ProRAW. Es más rápido que tocar la flecha superior.
Para exponer a tu gusto, toca para enfocar y arrastra el icono del “sol” hacia arriba o abajo. También puedes abrir el control de Exposición en ese panel y ajustar con más precisión. Un leve subexpuesto protege altas luces y evita cielos “quemados”.
Bloquea enfoque y exposición manteniendo pulsado en pantalla hasta ver “AE/AF Lock”. Así evitas que cambie la medición al recomponer y mantienes la atmósfera que has decidido (perfecto para escenas con contrastes).
El temporizador integrado, el cambio de formato (4:3, 1:1, 16:9) y los filtros son accesos rápidos. Cuantos menos toques tardes en cambiar un ajuste, más fácil será capturar el momento justo.
Retrato, Estilos Fotográficos y RAW/ProRAW
El modo Retrato desenfoca el fondo para centrar la atención en la persona. Prueba los diferentes ajustes de iluminación de Retrato para condiciones concretas (resaltar el rostro o oscurecer el fondo) y sitúa el sujeto con la cuadrícula para encuadres de impacto.
En iPhone 13 y posteriores, los Estilos Fotográficos permiten fijar una estética de color y contraste que el iPhone aplicará durante el procesado (no es un filtro al uso). Elige un estilo base, ajusta tono y calidez a tu gusto y mantenlo como “firma”.
Si quieres control total al editar, dispara en RAW (o ProRAW en modelos Pro). Capturas mucha más información de la escena, lo que facilita recuperar altas luces y sombras y ajustar balance de blancos con precisión. Recuerda que pesan más; edita, guarda una copia eficiente y borra el RAW si necesitas espacio.
La propia app Fotos del iPhone edita RAW con solvencia, y permite funciones como quitar personas en el iPhone, aunque suites como Lightroom o Pixelmator Pro ofrecen más margen fino. RAW/ProRAW brillan en escenas de alto contraste y en trabajos que terminarán en impresión.
Noche y estabilidad: trípode, ráfaga y QuickTake
El Modo Noche aparece cuando hay poca luz. Toca su icono y ajusta el tiempo de exposición (prueba técnicas de larga exposición en iPhone): el iPhone combinará varias tomas para lograr una imagen más limpia y detallada. Mantén el móvil lo más quieto posible; con trípode, mejor.
Si la exposición automática se queda corta, añade uno o dos segundos. Ten pulso firme o usa apoyo; cualquier movimiento puede arruinar un buen cielo nocturno. Activa el flash solo si no hay otra opción: tiende a aplastar volúmenes y rara vez es la luz más favorecedora.
En acción, dispara en ráfaga manteniendo pulsado el disparador para capturar sujetos en movimiento y elegir la mejor toma después. Cuantas más imágenes, más opciones de clavar el instante sin trepidación.
Para vídeo espontáneo sin cambiar a modo Vídeo, mantén apretado el obturador y activarás QuickTake. Si sueles grabar en marcha, el Modo Acción estabiliza mucho la escena. No es foto, pero suma a un flujo más ágil cuando vas alternando foto y vídeo.
Iluminación y limpieza de la lente: detalles que cambian todo
La luz hace la foto. Aprovecha luz natural suave (mañana o atardecer) o sombra luminosa para retratos. Evita contraluces duros salvo que busques siluetas; si no queda otra, baja un poco la exposición para proteger el cielo.
En interior, apóyate en lámparas o paneles LED para rellenar sombras. Mejor sumar una luz continua y agradable que levantar ISO a lo loco y ganar ruido. Un pequeño reflector improvisado (una pared clara) también ayuda.
Y un básico que a veces olvidamos: limpia la lente con una microfibra o la camiseta si no tienes otra cosa a mano. Halos y flare extraño suelen ser suciedad más que “magia” del sensor. Mantener el cristal impecable da nitidez inmediata.
Controles manuales con apps de terceros
La app Cámara nativa es fantástica, pero si quieres ir más allá, usa apps que permitan controlar ISO y velocidad de obturación de forma manual. Sube ISO solo lo justo y prioriza bajar la velocidad apoyando el móvil para evitar ruido. O al revés: sube velocidad para congelar acción, asumiendo más ISO.
Ten presente que, en iPhone, la apertura es fija en cada lente, por lo que no puedes “cerrarla” o “abrirla” como en una cámara tradicional. Tu margen creativo está en ISO, velocidad y distancia al sujeto (además de Modo Retrato y macro).
Acceso rápido y edición en Fotos
Desde la pantalla bloqueada, desliza a la izquierda para abrir la cámara al instante; en modelos compatibles, tienes botón físico para lanzarla o puedes hacer fotos con la voz. Cuanto menos tardes en disparar, menos fotos se te escaparán.
Retrato vertical u horizontal y accesorios útiles
No todo tiene que ir en horizontal: escenas y sujetos alargados (personas, arquitectura) suelen encajar mejor en vertical. Elige la orientación según el motivo y la plataforma donde publicarás.
Un trípode compacto y un disparador remoto (incluso tu Apple Watch) te ayudan a evitar trepidación y a salir tú en la foto sin vibrar el encuadre. Si quieres ampliar posibilidades, hay lentes externas (ojo de pez, tele, etc.) de terceros con resultados creativos.
Zoom e iluminación: buenas prácticas rápidas
El zoom óptico del iPhone desde generaciones como la 12 en adelante ofrece resultados sólidos si hay luz suficiente. Evita estirar el zoom al límite sin apoyo y cuida el enfoque tocando sobre el sujeto antes de disparar.
- Estabilidad: apoya o trípode para evitar trepidación con tele.
- Acércate: si puedes moverte, es mejor que depender del zoom digital.
- Enfoque: toca para fijar foco; sube/baja exposición si es necesario.
- Iluminación: más tele suele implicar menos luz; busca zonas bien iluminadas.
Estilos de vida y presupuesto: reacondicionados que rinden
Si te tienta mejorar cámara sin ir a lo último, valora un iPhone reacondicionado con garantía. La relación calidad-precio suele ser excelente y muchas de las funciones que hemos visto (cuadrícula, nivel, ráfaga, nocturno, RAW en modelos recientes…) ya vienen en equipos de generaciones anteriores y aprende a pasar fotos del iPhone a un Mac.
A la hora de elegir, fíjate en el número de cámaras, si dispone de macro, la presencia de 48 MP o ProRAW y la estabilización. Un modelo bien mantenido te dará un salto real en foto por mucho menos que uno nuevo.
Aplicando composición con cuadrícula, nivel para tomas rectas, control del macro, buen uso del zoom óptico (y del excepcional 2x basado en 48 MP en modelos compatibles), exposición manual, Estilos Fotográficos, RAW/ProRAW cuando toque y Modo Noche con estabilidad, tu iPhone pasa de “apuntar y disparar” a herramienta creativa con resultados de los que apetece presumir.