Desde watchOS 10, Apple ha replanteado cómo se accede a este panel y ha introducido pequeños cambios visuales que conviene conocer; si haces el gesto correcto y personalizas bien los iconos, tendrás justo lo que necesitas a un toque de distancia. Vamos a aprender a cómo usar el centro de control en tu Apple Watch.
Qué es el Centro de Control y qué significan sus indicadores
En la parte superior del Centro de Control verás una franja de iconos pequeños que informan del estado del reloj; ahí se refleja de un vistazo si hay conexión con el iPhone por Bluetooth, si el Apple Watch utiliza Wi‑Fi o red móvil (en modelos con conectividad celular), si alguna app accede a tu ubicación y si están activos los modos como Avión o No molestar.
Estos indicadores no son decorativos: tócalos para ampliar la información o cambiar ajustes relacionados. Por ejemplo, al pulsar el icono de conectividad podrás ver redes Wi‑Fi disponibles o el estado de la conexión celular, y al tocar un modo de concentración accedes a su configuración.
Apple ha recolocado en watchOS 10 el icono «conectado» (el pequeño iPhone en verde) en la zona central superior; esto deja espacio para que aparezcan a su lado otros indicadores activos, facilitando que identifiques rápidamente qué funciones están en marcha.
Piensa en esa línea superior como tu barra de “salud del sistema”: si algo no funciona como esperas (por ejemplo, notificaciones que no llegan), un vistazo a esos iconos suele darte la pista de si el reloj está sin enlace con el iPhone, en modo Avión o con un modo de concentración que filtra avisos.
Cómo abrir y cerrar el Centro de Control (watchOS 10 y posteriores)

Con watchOS 10, el gesto para abrir el panel cambió: pulsa una vez el botón lateral plano (el que está bajo la Corona Digital) y el Centro de Control se desplegará al instante en cualquier parte del sistema.
Cerrar es igual de directo: con el Centro de Control abierto, gira la muñeca hacia fuera o vuelve a pulsar el botón lateral. Si prefieres, también puedes tocar en la parte superior de la pantalla o presionar la Corona Digital para volver a lo que estabas haciendo.
Importante evitar confusiones: si mantienes el botón lateral pulsado demasiado tiempo, el reloj abrirá la pantalla de emergencias con opciones como Identificación Médica, Registro de ruta y SOS. Si te aparece por error, toca «Cancelar» en la esquina superior izquierda o presiona de nuevo el botón lateral para salir.
El doble toque del mismo botón lateral sigue siendo el atajo para Apple Pay y Apple Wallet. ¿Te los has encontrado por accidente? Solo tienes que pulsar otra vez el botón lateral para descartarlos.
Otro detalle del cambio en watchOS 10: deslizar hacia arriba desde el borde inferior ya no abre el Centro de Control, porque ese gesto ahora muestra la Pila de Widgets. Si vienes de versiones anteriores, te costará un poco cambiar el hábito al principio, pero con un par de días el nuevo acceso mediante botón lateral se vuelve natural.
Nota para quien use watchOS 5 a watchOS 9
En versiones previas del sistema, el Centro de Control y el Centro de Notificaciones podían invocarse también desde cualquier app, pero con un matiz: coloca el dedo en el borde inferior (o superior para notificaciones), espera un segundo a que asome el panel y entonces desliza. Es un gesto intermedio para distinguirlo del desplazamiento normal. Ten en cuenta que no funcionaba en dos zonas concretas: la vista de todas las aplicaciones y el Dock.
Personaliza el Centro de Control a tu gusto
El poder del Centro de Control está en ajustarlo a tus rutinas, por ejemplo para personalizar el Centro de Control del Apple Watch. Para ello, abre el panel y desplázate hasta abajo para tocar Editar. Verás que los iconos “tiemblan” y algunos muestran un signo menos en la esquina.
Los que tienen el botón rojo con el símbolo menos se pueden ocultar; toca el menos para quitarlos del panel y dejar sitio a lo que realmente usas. Si cambias de idea, siempre podrás recuperarlos más tarde.
Para reorganizar, mantén pulsado cualquier icono mientras estás en modo edición y arrástralo a la posición que más te convenga. Cuando lo tengas, suéltalo donde quieras y presiona el botón lateral o toca OK (si aparece) para salir del modo de edición.
Al pie de la lista, en ese mismo modo, verás iconos que no están activos en tu Centro de Control; pulsa y arrastra los que quieras añadir para que empiecen a formar parte del panel. Es una forma estupenda de descubrir accesos que quizás no sabías que tenías disponibles.
Si no estás seguro de lo que hace un botón concreto, prueba a mantenerlo pulsado: algunos iconos despliegan opciones contextuales. Por ejemplo, el de la campana (tono) ofrece activar o silenciar temporalmente por una hora o hasta la mañana siguiente, y el de Wi‑Fi permite ver redes cercanas y comprobar a cuál estás conectado.
Funciones que merece la pena tener a mano

Nada más entrar al Centro de Control verás la primera cuadrícula de iconos; solo los seis primeros aparecen sin desplazarte. Coloca ahí tus imprescindibles para evitar scroll cuando tengas prisa o estés en una situación en la que no quieras mirar demasiado la pantalla.
Entre los favoritos de muchos usuarios está el botón que parece un iPhone vibrando; al tocarlo, el iPhone emparejado emite un sonido (ping) para ayudarte a encontrarlo si se ha perdido por casa o entre cojines. En los modelos más recientes de Apple Watch (a partir de la Serie 9), además, se muestra una guía en pantalla para acercarte físicamente a su ubicación con mayor precisión.
Otro clásico es el modo Teatro, representado por dos máscaras. Al activarlo, evitas que la pantalla se encienda al levantar la muñeca y bloqueas sonidos no deseados, así que es perfecto para cine, teatro o reuniones. Si llega algo urgente, recibirás una vibración háptica discreta para no perderte lo importante.
Dentro del modo Teatro, si quieres consultar la hora o una notificación, toca suavemente la pantalla para encenderla. Y cuando salgas del evento, acuérdate de desactivarlo para volver al comportamiento normal.
Además de estos, puedes priorizar accesos como el modo Avión para ahorrar batería en vuelo, el modo No molestar para concentrarte o dormir sin interrupciones, y los toggles de Bluetooth y Wi‑Fi cuando frecuentes entornos con conectividad cambiante.
Más trucos para sacarles partido
Si vives en un entorno con muchas redes, el acceso directo de Wi‑Fi es especialmente útil: mantén pulsado su icono para ver redes disponibles y elegir a cuál conectarte sin pasar por Ajustes. Es más rápido y te evita perder el hilo de lo que estabas haciendo.
Con los modos de concentración (como No molestar), recuerda que su efecto puede sincronizarse con el iPhone si así lo configuras; activar uno desde el reloj puede aplicarlo en todos tus dispositivos, lo que resulta comodísimo para entrar en modo trabajo o descanso con un solo gesto.
Si eres de quienes reciben muchas notificaciones, valora añadir el acceso a Silencio temporal (cuando esté disponible) para calmar alertas durante una hora o hasta la mañana; este tipo de ajustes rápidos te permiten reaccionar sin abrir menús largos.
Y si practicas deporte al aire libre, vigila los indicadores superiores: si ves el icono de ubicación activo sabrás que una app está usando el GPS, algo normal en entrenamientos y mapas, pero útil para entender el consumo de batería.
Consejos de uso diario para un acceso más fluido
Coloca los seis iconos principales en función de tu rutina. Por ejemplo: ping del iPhone, modo Teatro, No molestar, Wi‑Fi, linterna y datos móviles. Revisa ese orden cada cierto tiempo y ajústalo a tus hábitos y a la temporada (viajes, exámenes, etc.).
Usa la Corona Digital para desplazarte por el Centro de Control cuando tengas las manos ocupadas o lleves guantes: el giro es preciso y evita toques accidentales en pantalla.
Si compartes casa u oficina, el ping del iPhone puede salvarte minutos cada día. Un tip adicional: activa el ping varias veces seguidas para elevar la probabilidad de detectarlo si el iPhone está bajo almohadas o con volumen bajo; la vibración y el sonido repetidos suelen delatarlo rápido.
En situaciones sociales, el modo Teatro y el Silencio son tus aliados. Al activarlos de forma preventiva, te evitas el momento incómodo de una pantalla encendiéndose en mitad de una charla, una reunión importante o una sala oscura.
Errores típicos y cómo evitarlos
El más común en watchOS 10 es intentar abrir el Centro de Control deslizando desde abajo. Recuerda: ese gesto ahora abre los widgets. Usa el botón lateral una vez y listo.
Otro descuido frecuente es mantener pulsado el botón lateral y entrar en la pantalla de SOS; si te ocurre, pulsa Cancelar en la esquina superior izquierda o presiona otra vez el botón lateral para volver al Centro de Control sin activar nada.
Hay quien tiende a saturar el panel con demasiados iconos. Menos es más: deja solo lo que uses a diario y oculta el resto. Si necesitas algo puntualmente, lo puedes reañadir desde Editar en unos segundos.
No pases por alto los menús contextuales de pulsación prolongada. En iconos como Wi‑Fi o tono, mantener pulsado desbloquea más controles que no verás con un simple toque. Es una forma “oculta” de ganar velocidad sin añadir complejidad.
Cuándo revisar tus ajustes e indicadores
Si notas que el reloj no recibe notificaciones, echa un vistazo a la parte superior del Centro de Control: si el icono del iPhone no aparece o está atenuado, es posible que se haya perdido la conexión con el teléfono; reubica el iPhone cerca o revisa Bluetooth y Wi‑Fi.
Tras instalar una actualización o cambiar de entorno (como viajar), comprueba que los accesos clave siguen visibles entre los seis primeros; pequeñas reorganizaciones ahorran muchos toques a lo largo del día.
Si llevas varios días con batería justa, fíjate en los indicadores de conectividad y ubicación; una conexión celular prolongada o un uso intensivo del GPS puede explicar el consumo. Desactiva temporalmente lo que no necesites desde el propio Centro de Control.
Y recuerda que los modos de concentración pueden silenciar llamadas y avisos; si esperas algo importante, verifica que No molestar o un modo similar no estén activos para no perderte el aviso.
Acceso desde cualquier lugar del sistema: lo que hay que saber
Una de las grandes ventajas del enfoque actual es que el Centro de Control se abre siempre con un solo toque del botón lateral, sin importar en qué app estés. No hace falta volver a la esfera ni interrumpir lo que haces más de lo imprescindible.
Eso sí, hay escenarios en los que, por diseño, el sistema limita gestos para evitar conflictos (como la cuadrícula de apps o el Dock en versiones anteriores); si no aparece el panel, revisa que no estés en una de esas vistas especiales o usa la Corona Digital para salir y reintentar.
Este acceso universal es especialmente útil si estás en entrenamientos, navegación o apps a pantalla completa; no tienes que cerrar nada para activar un modo, silenciar o cambiar de red. En un reloj, cada gesto cuenta, y menos fricción siempre significa más agilidad.
La combinación de botón lateral para el Centro de Control y gesto de deslizar para los widgets crea un patrón mental claro: controles rápidos en el botón, información contextual en el gesto. Una vez lo interiorizas, la interacción se vuelve muy eficiente.
Dominar el Centro de Control es una de esas pequeñas mejoras que marcan la diferencia en el día a día: acceso inmediato, indicadores claros y personalización a medida para responder al momento sin bucear por menús.
