Cómo utilizar y personalizar el Centro de Control en tu iPad

  • Acceso inmediato a ajustes clave con controles del sistema y acciones de apps compatibles.
  • Personalización avanzada: añadir, reordenar, eliminar y redimensionar controles y grupos.
  • Wi‑Fi desde el panel: desconexión sin desactivar la radio, con AirPlay y AirDrop operativos.
  • Elementos fijos garantizan estabilidad, mientras los opcionales adaptan el panel a cada usuario.

Cómo utilizar y personalizar el centro de control en tu iPad

¿Cómo utilizar y personalizar el centro de control en tu iPad? El Centro de Control del iPad es ese panel que aparece al instante con un gesto y que concentra los accesos rápidos que más usamos a diario. Desde aquí puedes ajustar conectividad, brillo, reproducción y un buen puñado de utilidades sin tener que abrir ninguna app, algo que ahorra tiempo y te permite reaccionar en segundos ante cualquier situación.

Con las versiones más recientes del sistema (iOS 18 y iPadOS 18), Apple ha ido un paso más allá y ha introducido una capa de personalización muy potente. Ahora puedes añadir, reorganizar, eliminar y hasta cambiar el tamaño de muchos controles, incluso incorporar accesos de apps de terceros compatibles, de modo que el Centro de Control se adapte justo a tu forma de usar el iPad y no al revés.

Qué es exactamente el Centro de Control en iPad

Piensa en el Centro de Control como una bandeja de herramientas que siempre llevas encima. En él conviven controles de conectividad (Wi‑Fi, Bluetooth, Modo Avión), ajustes de brillo y volumen, reproducción de contenido y accesos rápidos a utilidades como linterna, cámara o notas. La idea es que con un toque o una pulsación prolongada puedas ajustar lo importante sin bucear por menús, con la ventaja de que cada atajo responde al instante.

Este panel se ha ido haciendo más capaz con el tiempo. Con iOS 11 dio el salto a ocupar toda la pantalla en el iPad, lo que se tradujo en más espacio para interruptores y widgets del sistema. A partir de ahí, Apple comenzó a permitir que cada usuario moviera piezas a su gusto, de forma que los controles que más te importan puedan estar siempre a mano y los que no uses tanto queden fuera. Ese enfoque de acceso directo a funciones clave es la esencia del Centro de Control.

Cómo abrir y cerrar el Centro de Control

Centro de control ping Apple Watch

Acceder es sencillísimo: desliza el dedo desde la esquina superior derecha de la pantalla hacia abajo y aparecerá el panel. Si tienes un iPad con botón de inicio, puedes abrirlo desde la parte inferior, pero el gesto de la esquina superior derecha es el estándar en los modelos actuales. Para cerrarlo, basta con deslizar hacia arriba o tocar en cualquier zona libre de la pantalla, de manera que vuelvas a lo que estabas haciendo en un segundo.

Si estás reproduciendo música o viendo un vídeo, verás controles dedicados a la reproducción. Si estás trabajando con brillo bajo, puedes subirlo rápidamente desde el deslizador. El objetivo es que cada gesto sea predecible: el Centro de Control se invoca con un solo movimiento y se oculta con otro, sin pasos intermedios, lo que reduce fricciones en el uso diario.

Gestionar la conexión Wi‑Fi desde el Centro de Control

Qué hacer cuando tu Mac no se conecta al Wifi

Qué hacer cuando tu Mac no se conecta al Wifi

Hay un matiz importante que conviene entender sobre el botón de Wi‑Fi del Centro de Control. Cuando tocas el icono, el iPad se desconecta de la red actual y deja de buscar nuevas conexiones hasta que cambias de ubicación o reinicias el dispositivo, pero la radio Wi‑Fi continúa activa. Eso significa que funciones como AirPlay y AirDrop siguen funcionando aunque te hayas desconectado de una red, algo muy útil si quieres compartir o enviar contenido de forma local.

Si lo que quieres es ver rápidamente a qué red estás unido, mantén pulsado el control de conectividad o el botón de Wi‑Fi para desplegar más opciones. En ese panel ampliado, el iPad muestra el nombre de la red actual y te permite cambiar a otra al vuelo. Esta pulsación prolongada es ideal cuando necesitas confirmar el SSID o cuando quieres saltar a una red conocida en un momento.

Para desactivar por completo la conexión Wi‑Fi (es decir, apagar la radio), debes ir a Ajustes > Wi‑Fi y desmarcar el interruptor principal. Al hacerlo, el iPad dejará de usar Wi‑Fi hasta que lo vuelvas a activar de forma explícita. Si prefieres volver a conectarte rápidamente sin entrar en Ajustes, puedes reactivar la conexión desde el Centro de Control tocando de nuevo el icono, lo que restaurará el comportamiento normal en cuanto haya redes conocidas disponibles.

Cuando actives el Modo Avión, recuerda que la conectividad se gestiona por separado. Es posible habilitar o deshabilitar Wi‑Fi desde el Centro de Control incluso si el Modo Avión está activo, ajustando así tu experiencia al contexto de viaje. Esta flexibilidad es clave para vuelos con Wi‑Fi a bordo o para mantener la radio apagada cuando necesitas máximo ahorro energético y cero interferencias.

Lo nuevo en iOS 18 y iPadOS 18: personalización a otro nivel

Las últimas versiones del sistema han rediseñado el Centro de Control para hacerlo más modular y personalizable. Ahora puedes añadir controles, reorganizarlos, eliminarlos y, además, cambiar su tamaño para dar más protagonismo a lo esencial. Todo ello se hace de manera visual: arrastrando y soltando cada bloque, de forma que compones tu panel a medida sin complicaciones.

Otra novedad destacada es la compatibilidad con controles de apps de terceros, como Shazam y el Centro de Control. Si un desarrollador adopta la nueva API de Controles, su aplicación puede ofrecer accesos directos al Centro de Control. ¿Ejemplos? Iniciar una reunión virtual o arrancar una retransmisión en vivo con un toque. Este ecosistema amplía las posibilidades del panel, porque ya no depende solo de los controles del sistema, sino que integra acciones de tus apps favoritas.

Para empezar a personalizar desde el propio Centro de Control, ábrelo y toca el botón con el signo más que verás en la esquina superior izquierda. Desde ahí accedes a la galería de controles, donde puedes añadir nuevos elementos, moverlos o eliminarlos. También puedes tocar y mantener presionada cualquier zona vacía del Centro de Control para entrar directamente al modo de edición, lo que acelera el proceso de ajuste sin pasar por Ajustes.

Cuando añadas o quites controles, verás que algunos pueden cambiar de tamaño. Arrastra el borde de la esquina inferior derecha del control para hacerlo más grande o más compacto. Darle más superficie a lo que usas a diario, como la reproducción de medios o el hogar inteligente, hace que esos botones sean más cómodos de pulsar y más visibles de un vistazo.

Grupos y organización visual: favoritos, medios, hogar y conectividad

El nuevo diseño permite agrupar controles por categorías. Puedes crear conjuntos para tus favoritos, para la reproducción de medios, para los controles de tu casa (si utilizas la app Casa) y para la conectividad. Esta organización en grupos ayuda a encontrar cada cosa antes y a mantener una jerarquía clara, algo especialmente útil cuando usas muchos controles a la vez.

La galería de controles presenta también opciones procedentes de apps de terceros que hayan implementado compatibilidad. Añadir uno de estos accesos conlleva integrarlo en tus grupos y darle el tamaño que prefieras. De este modo, un flujo de trabajo habitual (por ejemplo, iniciar una videollamada) puede quedar a un toque gracias a que el Centro de Control se convierte en un lanzador contextual.

Pasos prácticos para añadir, reordenar, eliminar y redimensionar

Para que no se te escape nada, aquí tienes un resumen operativo de lo que puedes hacer en el modo edición del Centro de Control. Son acciones rápidas que, en conjunto, logran que el panel se sienta tuyo y no un conjunto fijo de botones. Todo se basa en gestos intuitivos que no requieren curva de aprendizaje.

  • Añadir controles: abre el Centro de Control y toca el signo + de la esquina superior izquierda para abrir la galería. Selecciona «Añadir un control» en la parte inferior y elige el que quieras.
  • Reordenar: mantén pulsado cualquier control y arrástralo a su nueva posición para dejarlo justo donde te resulte más cómodo.
  • Eliminar: en modo edición, toca la «x» que verás en la esquina superior izquierda de cada control para retirarlo del panel si ya no te hace falta.
  • Cambiar tamaño: arrastra desde el borde de la esquina inferior derecha del control para hacerlo más grande o más pequeño y ajustar prioridad visual.
  • Acceso alternativo a edición: toca y mantén presionado en cualquier área vacía del Centro de Control para entrar al modo de personalización sin pasos extra.

Personalización desde Ajustes y límites de modificación

Además de editar desde el propio panel, también puedes gestionar la composición desde Ajustes > Centro de control. En versiones anteriores, como iOS 11, esta ruta era el camino principal para personalizar, bajo el apartado «Personalizar controles». Aunque hoy el método directo es más cómodo, la sección de Ajustes sigue siendo útil si prefieres una vista de lista y una gestión algo más tradicional para añadir o retirar funciones al vuelo.

No todo se puede cambiar. Hay elementos fijos que el sistema no permite modificar o retirar, porque forman parte de la estructura base del Centro de Control. Entre estos componentes se incluyen el widget de redes, el módulo de reproducción de medios, el interruptor de bloqueo de rotación, el de No molestar, los deslizadores de brillo y volumen y el widget de AirPlay. Estos bloques garantizan que las funciones esenciales siempre estén presentes y accesibles.

Controles que puedes añadir y cómo elegir los más útiles

Donde el iPad te da libertad es en la selección de utilidades extra. Puedes sumar un abanico de controles que, dependiendo de lo que hagas a diario, marcarán la diferencia. La clave es decidir qué acciones te ahorran más tiempo y priorizarlas en tamaño y posición, de manera que se conviertan en gestos automáticos.

  • Modo de bajo consumo: activa rápidamente el ahorro energético cuando necesitas estirar la batería.
  • Grabación de pantalla: captura en vídeo lo que haces en el iPad, ideal para tutoriales o soporte técnico.
  • Mando para Apple TV: convierte el iPad en un control remoto para tu Apple TV.
  • Casa (Home): controla accesorios inteligentes compatibles directamente desde el panel.
  • Linterna: usa el flash como luz de apoyo cuando lo necesites.
  • Alarma: acceso instantáneo para crear o ajustar alarmas.
  • Calculadora: operaciones rápidas sin abrir la app completa.
  • Cámara: abre la cámara al instante para no perder ninguna foto.
  • Atajos de accesibilidad: entra a funciones de accesibilidad con un toque.
  • Cronómetro: perfecta para entrenamientos o control de tiempos en tareas.
  • Acceso guiado: limita el uso del iPad a una app concreta, útil con peques o en kioscos.
  • Lupa: amplía elementos pequeños con la cámara como ayuda visual.
  • Modo No molestar al conducir: reduce distracciones al volante.
  • Notas: arranca una nueva nota para capturar ideas rápidas.
  • Notas de voz: graba audio al instante para recordatorios o entrevistas.
  • Temporizador: muy práctico para cocina, ejercicios o descansos de trabajo.
  • Tamaño de texto: ajusta el tamaño del texto sin entrar en Ajustes.
  • Wallet: accede a tus tarjetas y pases compatibles.

Trucos con Wi‑Fi: desconectar, desactivar y ver la red al vuelo

Volviendo a la conectividad, conviene recalcar la diferencia entre desconectar y desactivar. Con el botón de Wi‑Fi del Centro de Control desconectas de la red actual pero mantienes activa la radio. Así, AirPlay y AirDrop continúan disponibles para compartir o reproducir contenido, mientras que el iPad se reenganchará automáticamente a redes conocidas al cambiar de ubicación o después de un reinicio. Para apagar completamente el Wi‑Fi, el camino es Ajustes > Wi‑Fi, donde el interruptor maestro desactiva la radio hasta que la vuelvas a encender.

Si quieres verificar la red actual o cambiar a otra sin entrar en Ajustes, mantén pulsado el mosaico de conectividad o el propio control de Wi‑Fi: verás la lista de redes y, en la parte superior, el nombre de la que estás usando. Ese gesto largo es especialmente útil en entornos con muchas redes disponibles, porque evita saltos innecesarios entre pantallas.

Apps de terceros en el Centro de Control: para qué sirven y cómo ayudan

Gracias a la nueva API de Controles, las apps pueden ofrecer acciones listas para usar desde el Centro de Control. Imagina que necesitas lanzar una reunión virtual en tu plataforma favorita o empezar una retransmisión para tus seguidores: si la app es compatible, puedes hacerlo sin abrir nada más. El resultado es un flujo de trabajo más fluido, en el que los pasos se reducen a un toque bien ubicado.

Esta integración abre la puerta a accesos más creativos: controles de domótica de terceros, temporizadores especializados, herramientas de productividad y un largo etcétera. La gracia está en que también puedes darles tamaño y posición preferentes, de forma que lo que más usas destaque y lo demás quede accesible sin estorbar. En la práctica, tu Centro de Control pasa a ser un espacio de acción directa que refleja tus prioridades reales.

Consejos de organización para un Centro de Control más eficaz

Una regla sencilla: arriba y más grande, lo crítico; abajo y más pequeño, lo ocasional. Dedica unos minutos a agrupar controles por contextos (trabajo, ocio, hogar) y a decidir el tamaño en función de su frecuencia de uso. Esta jerarquía visual reduce errores de toque y acelera tu día a día, porque tus dedos van directos a lo importante incluso sin mirar demasiado.

Si usas con frecuencia reproducción de medios y domótica, reserva bloques generosos para ambos. En cambio, utilidades esporádicas como el temporizador o la calculadora pueden ocupar un tamaño más discreto. Y recuerda que puedes reordenar y ajustar sobre la marcha: aprovechar un rato para refinar la disposición tras una semana de uso real suele marcar una gran diferencia en comodidad.

La huella de iOS 11: de panel compacto a tablero a pantalla completa

Conviene mirar atrás para valorar el presente. Con iOS 11 el Centro de Control del iPad saltó a ocupar toda la pantalla, ganando espacio y capacidad para colocar muchos más interruptores y widgets. Aquella transición fue el punto de inflexión que nos trajo personalización básica desde Ajustes y sentó las bases de lo que hoy disfrutamos: un panel que no solo se abre más rápido, sino que también se moldea a tu gusto.

Desde entonces, Apple ha mantenido elementos clave como el widget de redes y los deslizadores de brillo y volumen como piezas fijas, a la vez que ampliaba el catálogo de controles opcionales. El resultado es un equilibrio entre estabilidad (lo esencial siempre está) y flexibilidad (añades lo que aporta valor a tu rutina). Ese balance es el que convierte al Centro de Control en un compañero constante del iPad.

Cerrar, volver y seguir: gestos que no fallan

Como colofón a la experiencia, recuerda que cerrar el Centro de Control es tan fácil como abrirlo. Un deslizamiento hacia arriba o un toque en el fondo bastan para retomar lo que tenías en primer plano. Este comportamiento es consistente en todo el sistema, de modo que la interacción no te saca de contexto ni te obliga a confirmar nada: ajustas, cierras y continúas, con una cadencia que se siente natural desde el primer día.

Si eres de los que usan el iPad para tareas largas, estos microgestos suponen menos interrupciones y más foco. Ajustas brillo cuando cambian las luces, pones música sin salir del editor de texto, activas el Modo No molestar para concentrarte y, al terminar, todo vuelve a la normalidad con un par de toques. Esa cadena de acciones sencillas es el motivo por el que el Centro de Control acaba siendo la navaja suiza del sistema.

Buenas prácticas al viajar y en entornos con redes cambiantes

En aeropuertos, hoteles o espacios con Wi‑Fi público, lo sensato es usar el Centro de Control para desconectar de redes puntuales sin apagar la radio, así preservas AirDrop y AirPlay cuando los necesites. Si buscas ahorro máximo de batería o cero emisiones de radio, sí conviene acudir a Ajustes > Wi‑Fi para desactivar por completo. Y si activas el Modo Avión, recuerda que puedes reencender el Wi‑Fi desde el panel para usar redes del avión o del aeropuerto, manteniendo el resto de radios en silencio, lo que te da control fino sobre cada situación.

Cuando cambias mucho de ubicación, el iPad se reconectará a las redes conocidas sin que tengas que intervenir. Este comportamiento es intencional y ahorra esfuerzo. Si prefieres evitar reconexiones en un sitio concreto, desconecta desde el Centro de Control y el sistema esperará a que te muevas o a que reinicies para volver a conectar. Es un equilibrio entre conveniencia y control que, bien entendido, evita sorpresas y cortes innecesarios.

El Centro de Control del iPad concentra accesos esenciales y ahora, con sus opciones de edición, puede transformarse en tu panel ideal: desconecta redes sin desactivar Wi‑Fi para conservar AirPlay y AirDrop, cambia de red con una pulsación larga, organiza grupos por contexto, añade controles de terceros y ajusta el tamaño de lo que más usas. Si le dedicas unos minutos a dejarlo a tu gusto, ganarás agilidad en cada sesión y tendrás las funciones clave a un toque, con una disposición que encaja como un guante con tu forma de trabajar y disfrutar del iPad.

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