La obsolescencia programa siempre ha estado en boca de muchos usuarios y desde que Apple anunciara que reducía el rendimiento de sus dispositivos para mejorar la duración de la batería en los dispositivos más antiguos, estas palabras han alcanzado las altas esferas, convirtiéndose en un problema cada vez más grande para muchos fabricantes.
California, quiere unirse al resto de estados donde se quiere crear ley que permita a los grandes fabricantes a que los usuarios puedan reparar sus dispositivos donde consideren, sin tener que recurrir al servicio oficial siempre y cuando quieran conversar la garantía oficial que ofrece el fabricante cuando se le compra un producto.
Además de California, estado donde se encuentra la sede central de Apple, los estados de Washington, Vermont, Nueva York, Virginia, Massachusetts, Hawaii, Iowa, Kansas, Minnesota, Carolina del Norte, Nebraska, New Hampshire, New Hersey, Oklahoma, Tennessee y Missouri quieren permitir a los usuarios elegir libremente el centro de reparación donde solucionar cualquier incidente que tengan con su producto conservando la garantía del mismo y con componentes originales.
Si finalmente este proyecto de ley ve la luz, Apple se vería obligada no solo a proveer de los correspondientes componentes originales, sino que además, le obligaría a facilitar los manuales de reparación necesarios para poder llevar a cabo las reparaciones con éxito, sin que el dispositivo se viera inutilizado por la mala práctica del establecimiento.
Pero Apple no sería la única empresa que se vería afectada en este sentido, ya que serían todos los fabricantes de productos electrónicos, los que verían como su servicio técnico oficial deja de ser una fuente de ingresos para la compañía. Si sufrimos algún percance en el producto que no cubre la garantía, muchos son los usuarios que recurren a establecimientos no oficiales para tratar de reparar sus productos, debido a los altos precios de los centros oficiales.
Los fabricantes tecnológicos afirman que si este proyecto de ley ve la luz, se comprometería la seguridad de los dispositivos, pero parece que no es motivo suficiente como para que el derecho a reparar libremente los dispositivos vaya a ser una anécdota más. Este proyecto comenzó en 2017 siendo 12 los estados que se apuntaron, mientras que los dos meses que llevamos de 2018, se han apuntado 6 más.