¿Recordáis cuando el iPhone era un producto ridículamente pequeño? Eran 3,5 pulgadas de pura fantasía pero insuficientes para muchas cosas, leer el periódico en él resultaba una tarea casi imposible. Sin embargo, Steve Jobs decidió abrirnos a todos la boca con un iPhone de 9,7 pulgadas en el que poder consumir muchísimo contenido multimedia de la forma más cómoda. El 27 de enero de 2010 veía la luz el iPad, la tableta más popular y vendida del mercado, ¿qué ha cambiado en todo este tiempo? Demos un ligero repaso a la historia de este popular producto.
En realidad el iPad iba antes que el iPhone
La guerra en esta época en realidad era entre Apple y Microsoft, y lejos de lo que ahora se han convertido ambas empresas, en esos tiempos estaban más bien centrados en satisfacer las necesidades de un público concreto: El trabajador de oficina. Todo surgió porque Steve Jobs se enteró de que en Microsoft estaban planeando crear una tableta electrónica que usaría un lápiz (stylus), algo que el bueno de Steve odiaba con toda su alma (si viera el Apple Pencil…).
Quiero que fabriquéis una tableta, y no puede tener ni puntero ni teclado.
Un auténtico reto para los ingenieros de una compañía que entonces no era lo que es ahora, sin embargo en tan sólo siete meses disponían de un prototipo que no sólo disponía de una pantalla «multitáctil» (la primera del mercado) sino que el usuario podía desplazarse por el contenido con el dedo e incluso interactuar con el mismo a través de gestos. Sin embargo, durante ese tiempo Steve Jobs tuvo otro objetivo al que odiar más que a los stylus, los teléfonos móviles.
Todos andábamos por ahí quejándonos sobre lo mucho que detestábamos nuestros teléfonos. Eran demasiado complicados. Tenían aplicaciones cuyo funcionamiento nadie podía averiguar, incluida la agenda de direcciones.
A partir de ahí el resto es historia, Apple simplemente plasmó lo que ya tenía ideado para el iPad en un tamaño más compacto, el equipo de ingeniería se puso manos a la obra con la miniaturización del producto y adaptaron las necesidades del usuario a nivel de aplicaciones para crear el iPhone.
La trayectoria de un producto redondo
El iPad se convirtió rápido en un superventas, sobre todo por el precio, desde unos 400€ para la versión de entrada (aunque es superior a la versión actual), eso sí, contaba con muchas carencias como la falta de una cámara fotográfica y un peso muy por encima del actual, entre 680 gramos y 730 gramos en función de la versión elegida.
Desde entonces hemos visto todas estas versiones en su gama estándar, la de 9,7 pulgadas, que ha sido sustituido en la actualidad por un modelo de 10,2 pulgadas, el que va a ser el estándar a partir de ahora al parecer. Como hemos dicho, no hacemos aquí mención a la gama iPad Mini que ha tenido varias versiones, ni a la actual gama Pro, de la que hablaremos más adelante.
- iPad Original – 2010
- iPad 2 – 2011
- New iPad – 2012
- iPad 4 – 2012
- iPad Air – 2013
- iPad Air 2 – 2014
- iPad (2017)
- iPad (2018)
- iPad Air – 2019
- iPad 10,2″ – 2019
Luces y sombras del iPad
Como en toda trayectoria de diez años vamos a encontrar luces y sombras, en este caso vamos a empezar con la gama iPad Mini, una gama que a pesar de ser lanzada con mucho bombo en el año 2012, el hecho de contar con «tan sólo» 7,9 pulgadas cuando los teléfonos ha ido creciendo de forma infalible lo convirtió en un producto relativamente de nicho. No obstante en la actualidad Apple cuenta con un Apple Mini en el catálogo desde 449€ del que se habla bastante poco por razones evidentes. Sin emabrgo, el batacazo estrella lo encontramos en el New iPad, un producto que estuvo medio año en el mercado. El iPad de tercera generación fue lanzado el 19 de marzo de 2012, decidieron incluir una pantalla Retina 2048×1536 píxeles con una memoria RAM sin actualizar y un procesador que sufría horrores. Tampoco contaba con conector Lightning y las quejas eran constantes al respecto de su rendimiento, todo ello causó que siete meses después Apple lanzara el iPad de cuarta generación, solventando todos estos errores que la compañía de Cupertino nunca admitió, pero que con la retirada del New iPad fue suficiente para leer entre líneas.
El iPad Air 2, sin embargo, fue la primera muestra de poder del iPad, con Touch ID, NFC, el procesador Apple A8K y 2 GB de memoria RAM, un esfuerzo a nivel de hardware que lo mantuvieron en el top de rendimiento durante muchos años, de hecho sigue rindiendo hoy con unos resultados espectaculares. Un producto que ha envejecido genial pese a sus casi seis años de vida, y todo ello sin aumentar considerablemente el precio, de hecho fue uno de los más baratos. Desde entonces Apple ha seguido esta máxima de hacer el iPad su producto más ajustado en relación calidad-precio, para muestra el iPad (2017) y el nuevo iPad 10,2″.
El iPad Pro, destinado a matar al PC
Apple lleva años intentando convencernos de que el iPad, más concretamente el iPad Pro, van a matar al ordenador portátil tradicional, y la realidad es que están dando razones de peso para ello. El iPad Pro llegaba en septiembre de 2015 con mucha potencia, casi 13″ de pantalla y un stylus (el odiado por Steve Jobs) como nunca antes se había visto en el mercado de la tecnología. Sin embargo, las barreras de iOS con respecto a la creatividad y su única conexión Lightning seguían suponiendo un escollo demasiado importante para los compradores.
En 2019 todo dio un giro inesperado, Apple lanzaba iPadOS, un sistema operativo propio que poco tiene que envidiar a macOS y a Windows 10, cuyos límites están aún por conocer. Para colmo, el nuevo diseño del iPad Pro lanzado a finales de 2018 contaba con un puerto USB-C extremadamente versátil, que aprovechando las posibilidades de iPadOS hacen del iPad Pro una auténtica bestia. Así es como el iPad nació de casualidad, acabó cediendo su protagonismo al iPhone y está terminando por matar el mercado de los ordenadores portátiles. Lleva diez años de historia, pero el que para mi es uno de los mejores productos de Apple, tiene mucho que que hacer por nosotros todavía.