Si bien es cierto que Dumb Ways to Die era un juego realmente corto, no era menos cierto que sus toques de humor y la jugabilidad con dificultad progresiva lo hacían un reto divertido para los ratos muertos. No era un juego que aspiraba a ocupar horas de nuestra vida, ni tampoco quería complejidad, pero es cierto que se echaban en falta más niveles, y por suerte con la segunda edición tenemos bastantes nuevos niveles para nuestro disfrute.
Minijuegos
Si había un punto débil en la primera edición ese era el corto número de minijuegos, algo que se han esmerado en solucionar en esta segunda iteración, ya que se incluyen 28 minijuegos que nos harán exprimir todas nuestras capacidades pero también soltar más de una carcajada ante los graciosos movimientos y toques de humor de los muñecos.
En esta ocasión se ha querido mantener el espíritu que creó el primer juego, que no es otro que la prevención de las muertes ‘tontas’ en las vías del tren, pero también se han sumado temáticas como la deportiva. De este modo el juego es mucho más variado que su antecesor, si bien es cierto que al final en cuanto juegas tres o cuatro veces acabas conociendo todos los minijuegos y las reacciones de los personajes ante los distintos eventos.
Escogiendo
Quizás la mayor novedad, más allá de los nuevos minijuegos, reside en el menú principal que tenemos para desplazarnos entre las distintas estaciones de minijuegos, las cuales están organizadas según su temática y nos permitirán jugar a los que más nos gusten pudiendo evitar en la medida de lo posible aquellos que nos gustan menos o que se nos atragantan por su complejidad.
Poco hay que mencionar del apartado gráfico, ya que se mantiene prácticamente inalterado con respecto a la primera edición. No resulta tampoco necesaria, porque precisamente lo que demandaban los fans de este simpático juego eran nuevos minijuegos que mantuvieran el espíritu original y que no modificasen los gráficos ni las animaciones de los personajes.
Por supuesto el juego sigue siendo gratuito, y a pesar de determinadas compras in-app no nos volverá locos para que gastemos dinero en superar niveles o hacer el juego más llevadero. El juego es el que es, con su dificultad, sin trampas ni añadidos, y desde luego que una excepción como esta se agradece una barbaridad en los tiempos que corren en la App Store.
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