El sensor de temperatura corporal era una de las supuestas novedades que incluiría el nuevo modelo de Apple Watch, el series 8, sin embargo según Ming Chi Kuo, podría volver a retrasarse como ocurrió con el Series 7.
Una mala noticia para los que esperaban el nuevo Apple Watch: una de las nuevas funciones que se esperaban en el modelo que llegará después de este verano podría de nuevo verse retrasada. ¿El motivo? No cumplir con los exigentes requisitos de calidad de la compañía, como ya ocurrió con el Series 7 que se quedó sin ella en el último momento. La información la ha dado Ming Chi Kuo en una serie de tweet en la que explicaba los motivos exactos de este retraso.
Los problemas que Apple ha experimentado al medir la temperatura corporal tienen que ver con que la temperatura de la piel varía de forma rápida en función de la temperatura ambiental. Dado que Apple no puede medir la temperatura central (la «buena»), esta funcionalidad se basaba en la medición de la temperatura de la piel y aplicar unos algoritmos para que según diferentes factores, como la temperatura ambiental, se pudiera estimar la temperatura real del cuerpo.
La temperatura central es la que tiene el interior de nuestro cuerpo. Dado que no podemos medir de forma sencilla la temperatura de nuestro interior se suele utilizar la temperatura de otras zonas más accesibles como la axila, la boca, el tímpano y el recto, porque sus valores son muy aproximados. Ninguna de estas zonas está cerca de donde colocamos nuestro Apple Watch, que donde puede medir la temperatura de forma directa es en la muñeca, un lugar poco fiable para esta medición, por eso son necesarios unos algoritmos adecuados que nos den mediciones más fiables.
Apple no consiguió que sus algoritmos permitan una medición fiable de la temperatura del cuerpo, así que antes de lanzar una funcionalidad que funciona mal podría volver a retrasar su implementación hasta el Apple Watch del año próximo. Según ha añadido Kuo, Samsung está sufriendo los mismos problemas con el Galaxy Watch 5.