Es un secreto a voces que LG no acaba de dar con la tecla para satisfacer las necesidades de calidad de las pantallas OLED que Apple utiliza en la gama iPhone, lo que obliga a la compañía con sede en Cupertino a, prácticamente, depender de Samsung, en menor medida de LG y BOE.
Apple lleva varios años trabajando con la empresa BOE para reducir la Samsung-dependencia, al menos dentro de los paneles OLED y poder así diversificar los proveedores que actualmente fabrican este componente para la gama iPhone. Según afirman desde The Elect, BOE se ha puesto las pilas.
Desde este medio afirman que BOE está convirtiendo 3 de sus fábricas en instalaciones capaces de fabricar paneles OLED para Apple. Hasta ahora, BOE era el tercer fabricante de pantallas OLED para la gama iPhone, es una cuantía aún menor que la que ofrece LG, representado el 10% de todas las pantallas de la gama iPhone en 2021.
Gracias a esta expansión, para 2023, BOE será capaz de incrementar su producción de pantallas OLED para la gama iPhone, convirtiéndose en el segundo proveedor de pantallas de este tipo.
Para 2023, BOE tendrá capacidad suficiente para fabricar 144.000 pantallas mensuales, frente a las 96.000 que fabrica actualmente. La producción actual de Samsung es de 140.000 pantallas mensuales, lo que en teoría convertiría a BOE en el primer productor, sin embargo, Samsung está trabajando en mejorar sus instalaciones para ampliar su capacidad de producción.
El problema para LG es doble, ya que Apple es el único cliente de pantallas OLED que fabrica, ya que tanto Samsung como BOE fabrican sus pantallas para la mayoría de fabricantes de smartphones del mercado.
Si finalmente se confirma esta expansión, lo más probable que la compañía coreana se vería obligada a cerrar esta división, que se uniría a la experiencia fallida en el mundo de la telefonía que confirmó el cierre a principios de año.