El Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene previsto iniciar una batalla legal contra la compañía de Cupertino, en alianza con las quejas que ha venido mostrando el FBI los últimos años al respecto de la «seguridad» del iPhone. Como bien sabéis si nos habéis estado leyendo hasta ahora, el lamentablemente conocido como «atentado de Pensacola» conllevó una importante polémica debido a que el autor de los hechos utilizaba varios iPhone y estaban encriptados, lo que hizo posible acceder a los datos que el terrorista almacenó en su interior. Apple está preparando a su departamento jurídico para hacer frente al FBI y al Fiscal General de los Estados Unidos de América en esta causa sobre el atentado de Pensacola.
La seguridad nacional está por encima de todo en Estados Unidos, y según The New York Times la administración Trump está ejerciendo una fuerte presión al respecto de este suceso y las consecuentes investigaciones, algo que ya está en el candelero en las oficinas de Apple. Además, recientemente Donald Trump, que gobierna a golpe de tweet nos ha dejado otra sorpresa que claramente es un indicativo sobre lo que espera conseguir en su litigio contra Apple. El Presidente cree firmemente que las compañías deberían desbloquear todos los terminales incautados.
We are helping Apple all of the time on TRADE and so many other issues, and yet they refuse to unlock phones used by killers, drug dealers and other violent criminal elements. They will have to step up to the plate and help our great Country, NOW! MAKE AMERICA GREAT AGAIN.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 14, 2020
En este orden de cosas, el problema recae en que Apple usa un cifrado que ni la misma compañía puede «descifrar», y la única forma de acceder al iPhone sería colocando una puerta trasera, lo cual daría cabida a futuribles fallos de seguridad si esos accesos son conocidos por personas ajenas a las administraciones de justicia. Por eso, y porque de paso encontraríamos nuestros terminales envueltos en un importante «Gran Hermano» al más puro estilo USA. La guerra judicial entre Apple y el FBI acaba de reavivarse como no podíamos habernos imaginado antes.