Es posible que hayas sufrido el uso de un Magic Mouse, ese ratón infernal que la compañía de Cupertino tiene a bien «regalarte» con la compra de un iMac. Sinceramente, si tienes la posibilidad de cambiar el Magic Mouse por el Magic Trackpad, sencillamente no lo dudes, no te arrepentirás.
Este concepto sugiere como debería haber sido el Magic Mouse en esta nueva edición del iMac, algo que a todos nos hubiera gustado y no parece que vayamos a ver. Vamos a echarle un vistazo más de cerca a este nuevo «concepto» con el que nos preguntaremos: ¿Por qué no lo hizo Apple así de bien desde el principio?
Como ventaja, este Pro Mouse ideado por el diseñador Vincent Lin y publicado en Behance, cuenta con una ergonomía claramente mejorada. Además de ser negro y contar con una zona metálica en gris espacial, es capaz de girar sobre sí mismo, es decir, podremos utilizarlo indistintamente tanto si somos diestros como si somos zurdos. Cuenta con una zona ligeramente hundida en el centro superior para facilitar el click, que evidentemente contaría con respuesta háptica, como sucede en el TrackPad del MacBook.
Otra de sus ventajas más reseñables es el hecho de que puedes cargarlo mediante el USB-C (aunque Apple seguramente optaría por Lightning) al mismo tiempo que lo utilizas, una locura que parece lejos de los diseños de Apple. Recordemos que el Magic Mouse actual no se puede utilizar ni conectado por cable ni mientras carga, por lo que cuando pierdes la batería, pierdes también el dispositivo. Dispondríamos en este Pro Mouse de ensueño de una barra lateral también con respuesta háptica que nos permitirá tanto deslizar como navegar. La verdadera pena de todo esto es que sólo sea un sueño (y no de Resines) y no lo vayamos a ver nunca en vivo y en directo.