Llega el mes de marzo y, si atendemos a la experiencia de años anteriores, comienza a ser tiempo de ir tomando más en cuenta los rumores y filtraciones que llegan a nuestros oídos. De ahora en adelante, muchos de ellos nos ayudarán a ir conformando las principales características que traerá consigo el próximo smartphone de Apple. Una de ellas, que parece ir adquiriendo más y más fuerza con el transcurso de los meses, es la referida al lanzamiento de tres nuevos modelos este año, de los cuales uno de ellos contaría con una pantalla OLED de 5,8 pulgadas (0,3 pulgadas mayor que el actual modelo Plus, de 5,5).
Sin embargo, esto no implicaría que el tamaño del dispositivo se viese incrementado, puesto que una de las grandes apuestas para este 2017 por todos los fabricantes de smartphones es la tendencia a reducir los marcos que rodean la pantalla. Lo hemos visto ya con el recientemente presentado en el MWC LG G6 y lo volveremos a ver el próximo día 29 en el evento que tiene preparado Samsung, donde dará a conocer su nuevo Galaxy S8.
La competencia está comenzado a aprovechar en gran medida el espacio útil de pantalla en sus terminales, y Apple no puede quedarse atrás en este aspecto, más aún cuando sus dispositivos serán presentados con casi seis meses de diferencia respecto a los de su rival más directo. Así las cosas, se espera que los próximos iPhones presenten menos marcos y más espacio aprovechable de pantalla sin variar significativamente el tamaño del producto.
Lo que pasará con el Touch ID después de reducir estos marcos sigue siendo una incógnita, pues es poco probable que Apple decida cambiar la ubicación del lector de huellas a la parte trasera del iPhone, como sabemos que ocurrirá con el próximo Galaxy. ¿Estará integrado, entonces, en la propia pantalla? Wsta incógnita es sólo una más de las muchas que se irán desvelando de aquí en adelante.
Y que resolución de pantalla tendría