La Unión Europea se está caracterizando en los últimos años, por iniciar diferentes cruzadas contra los grandes desarrolladores de software, fabricantes de dispositivos electrónicos, servicios web… con sede en Estados Unidos. No es la primera vez que una gran empresa americana se ve condenada a pagar una gran multa económica por vulnerar algunos derechos que en Europa si nos tomamos en serio, pero que en Estados Unidos parece que pasan desapercibidos.
Pero no solo la Unión Europa está siempre pendiente del funcionamiento de este tipo de empresas, ya que algunos países también se preocupan por los suyos e inician actuaciones por su cuenta, como es el caso de Francia. El ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire ha anunciado que su país tomará acciones legales contra Apple y Google por sus prácticas comerciales abusivas. Solo tomará acciones contra estas empresas por que son los únicos ecosistemas móviles disponibles actualmente en el mercado.
Según Le Maire las empresas tecnológicas se están aprovechando de los desarrolladores franceses con estas prácticas afirmando que las multas puedes llegar a ser de varios miles de millones de euros. En una entrevista que ha concedido el ministro de finanzas francés a la emisora RTL, Le Maire afimó que se ha enterado recientemente de las prácticas realizadas por Apple y Google, donde las compañías imponen de forma unilateral sus precios y modifican otros términos contractuales con los desarrolladores de aplicaciones.
Este problema viene de lejos, ya que después de conocer esta práctica, en 2015, la oficina de fraudes de su ministerio comenzó una investigación donde descubrió «importantes desequilibrios» en las relaciones de los desarrolladores que vendían sus aplicaciones en las tiendas de Apple y Google.
Le Maire, afirma que, a pesar de su posición dominante en el mercado, tanto Apple como Google, no deberían ser capaces de tratar a desarrolladores y startups francesas como lo hacen en la actualidad. Según Le Maire, se esperará para presentar su caso ante el tribunal de comercio de París, una vez se solventen las lagunas fiscales que una gran número de empresas americanas están aprovechando para pagar lo menos posible en Europa.