La privacidad es algo que cada vez está más cerca de ser una utopía, y en gran parte es debido a servicios gratuitos que usan tus datos para lucrarse vendiéndolos a otros para así obtener un gran beneficio. ¿Te imaginas lo que podría pagar una empresa por tener acceso a los correos electrónicos de millones de usuarios? Pues no hay que imaginárselo, porque está ocurriendo.
Al menos es lo que dice el informe de Wall Street Journal, donde se asegura que un año después de que Google prometiera que dejaría de acceder a los correos de sus usuarios para ofrecerles publicidad personalizada a sus gustos y necesidades, han encontrado que Google puede que ya no lo haga, pero permite a otras empresas hacerlo.
Se suele decir que cuando un servicio es gratuito, el precio «eres tú». Google ya se ha visto inmersa en varias polémicas por temas similares a este, por ejemplo con Google Photos, y las dudas en cuanto a qué hace con lo que sus altavoces Google Home escuchan en las casas de los usuarios están ahí. A pesar de que la compañía una y otra vez desmiente que la privacidad de sus usuarios esté comprometida, la realidad es que noticias como esta generan muchas dudas al respecto.
La compañía ha admitido el informe realizado por Wall Street Journal, pero asegurando que «sólo lo hace en aquellos casos en los que se ha dado consentimiento, el cual además se puede retirar en cualquier momento». La pregunta que queda hacer es: ¿Somos conscientes de si hemos dado ese consentimiento? ¿Existe la posibilidad de usar sus servicios sin dar el consentimiento? Si eres usuario de Gmail y no lo tienes claro, mejor que leas la letra pequeña de tu cuenta porque puedes llevarte una desagradable sorpresa. Mi cuenta principal hace tiempo que está en iCloud.
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