Cuando Google decidió apostar por los wearable, se sacó de la manga un sistema operativo propio para gestionar los smartwatches, un sistema operativo que en los últimos meses, por no decir el último año, parece estar abandonado de la mano de Dios. Puede que Google lanzara al mercado esta versión ligera para wearables confiando en que se comería el mercado, al igual que sucede con los smartphones, pero como hemos podido comprobar esa confianza ciega le ha pasado factura ya que tanto Apple con watchOS como Samsung con Tizen, le han tomado la delantera y lo están dejando muy atrás. Para postre, se acaba de anunciar que el ingeniero jefe de Android Wear abandona la compañía para dirigir la plataforma de pagos móviles Stripe.
Android Wear 2.0 se presentó oficialmente, antes de entrar en fase beta en mayo de 2016, pero no fue hasta principios de este año, cuando esta segunda versión del sistema operativo para wearables de Google comenzara a llegar al mercado y a los terminales compatibles, después de varios retrasos debido a que se habían encontrado fallos en su funcionamiento, fallos de considerable importancia. Por el camino, Motorola y Asus anunciaron que de momento abandonaban esta plataforma, al menos de momento ya hasta que este tipo de dispositivos se convierta en algo más que un dispositivo para frikis. Además, las limitaciones que desde un principio impuso Google a la hora de modificar el sistema operativo para personalizarlo, nunca fue del agrado de los fabricantes.
Pero a pesar del abandono de los fabricantes que apostaron en un principio por Android Wear, muchos han sido los fabricantes, principalmente de relojes de toda la vida además de firmas de lujo, quien si que siguen apostando por Android Wear, pero no sabemos hasta cuando. De momento, no hay ninguna noticia acerca de Android Wear 3, pero es probable que si Google sigue maltratando a estos fabricantes, algunos de ellos comiencen a optar por llegar a un acuerdo con Samsung para utilizar Tizen, un sistema operativo mucho más pulido, con más opciones de personalización y con un consumo de batería mucho más ajustado que el que ofrece Android Wear.