El pasado 26 de abril, Apple colgó en el portal para desarrolladores los datos de adopción de iOS 11, una adopción que alcanzaba el 75%, demostrando una vez más que la última versión de iOS disponible a día de hoy, ha sido una de las que peores cuotas de adopción ha tenido en los últimos años.
En la misma keynote, Apple aprovechó para anunciar cual era la cuota de adopción de iOS 11 actualmente en el mercado, una cuota que se sitúa en el 81% de los dispositivos activados y en funcionamiento a día de hoy, 6 puntos más que hace algo menos de mes y medio. De ese 81%, el 65% de los mismos son actualizables a iOS 11, pero por el motivo que sea, todavía no lo han actualizado.
Conforme Apple va estirando la vida de sus terminales con actualizaciones u ofreciendo soporte en forma de aplicaciones, la cuota de iOS comienza fragmentarse más cada año. A día de hoy, mientras el 81% de los dispositivos activos ejecutan iOS 11, un 14% de los dispositivos más antiguos, siguen haciendo uso de iOS 10, mientras que tan solo un 5% hace uso de versiones anteriores a iOS 10.
Muchos de los dispositivos que a día de hoy se encuentran ejecutando iOS 10, probablemente sean el iPhone 5 y iPhone 5c, terminales que al no estar gestionados por un procesador de 64 bits, se quedaron fuera de iOS 11, una versión que únicamente funciona en procesadores de 64 bits.
Los problemas con iOS 11 desde prácticamente su llegada al mercado, ha provocado mucho malestar entre los usuarios, usuarios que se dedicaron a investigar porque con iOS 11 su terminal había bajado tanto el rendimiento en comparación con iOS 10. El problema no era la bajada de rendimiento que efectuaban los usuarios cuando la batería no se encuentra en condiciones, una función automática que Apple introdujo de la mano de iOS 10.2.1.
