Cuando vimos el lanzamiento la realidad es que a todos nos maravilló la trasera y las pocas nuevas características del iPhone 8, sin embargo, nos pusimos en el modo más crítico para tener en cuenta si realmente merecía o no la pena adquirir el último modelo de Apple.
La realidad se está anteponiendo al capricho en las ventas, el iPhone 7 se ha convertido en el favorito de los que se están aventurando a adquirir un iPhone este último mes. Tanto es así que adelanta en ventas al iPhone 8 a pesar de llevar un año en el mercado… ¿habría previsto Apple esta reacción por parte de los usuarios?
La carga inalámbrica, una carta rápida enormemente costosa, una trasera de cristal y poquito más. La realidad es que el iPhone 8 es lo que en su día debió haber sido el iPhone 7, Apple ha querido estirar el chicle y lo ha roto. Tanto aue los usuarios no ven incentivos para hacerse con el último modelo de la compañía, al menos eso dicen las estadísticas de Reuters con las cifras de las compañías en las manos. El iPhone 7 con su bajada de precio se ha vuelto enormemente apetecible en un mercado donde los usuarios parecen no encontrar en las características del iPhone 8 un motivo suficiente como para invertir un extra a la hora de cambiar de teléfono. Quizás porque el iPhone 7 está muy bien hecho, o porque el iPhone 8 no es suficientemente atractivo. Desde luego que el iPhone 8 es actualmente uno de los mejores terminales con los que te puedes hacer, el problema es precisamente que el iPhone 7 en sus dos variantes funciona demasiado bien.
A pesar de que KGI ha estimado que las ventas del iPhone 8 están siendo bastante mejores de lo que se esperaba, compañías como AT&T dicen todo lo contrario y los beneficios de Foxconn son prueba de ello. Quizás la oferta agresiva y el precio ajustado que las operadoras están ofreciendo en el iPhone 7 está haciendo a muchos usuarios que no piden lo último en potencia y tecnología abalanzarse por podemos como el iPhone 7 Jet Black o su variante RED, teléfonos que dan algo de distinción en diseño y siguen siendo notablemente más baratos que el iPhone 8. Sea como fuere, está claro que las aguas están un poco en calma ante la previsible bravura que va a presentar el mercado del iPhone X, un teléfono que sin duda agotará el stock allá donde se presente.