Eso es justamente lo que ha hecho Jonathan Morrison: subió a un helicóptero, subió hasta unos 155m (500 pies) de altura y lanzó su iPhone 7, pero no lo lanzó totalmente desnudo, si no con una funda RhinoShield que podréis comprar en Amazon desde este enlace. Para documentarlo todo, Morrison y su equipo grabaron la caída con una cámara de vídeo convencional y con la cámara principal del iPhone 7.
El test de caída más extremo que podrías imaginar
Lo que quizá sea más interesante de este test de caída es que el iPhone 7 no deja de grabar en ningún momento. Y es que, aunque la funda RhinoShield proteja el dispositivo para que no sufra daños, el golpe por el brutal cambio de aceleración sí que se lo lleva, por lo que no habría sorprendido si el iPhone 7 de este vídeo se hubiera bloqueado o reiniciado tras el golpe.
Sobre la funda, en realidad es como un bumper como los que Apple vendía hasta, si no recuerdo mal, el iPhone 4S, es decir, una especie de bisel de goma que se pone alrededor del iPhone y que deja la pantalla y la parte trasera al aire, pero no sin proteger porque el bumper sobresale un poco por ambos lados.
Así pues, queda demostrado que la suma del iPhone 7 y la funda de RhinoShield es un buen equipo que asegura la integridad de nuestro iPhone, aunque tengamos acceso a un helicóptero. Eso sí, yo no realizaría esta prueba a propósito.
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