Pocket God es más una curiosidad que un juego. Pero una curiosidad que tiene bastante gracia. Y es que jugar a ser Dios a veces es divertido.
Este juego no tiene un objetivo concreto, simplemente se trata de poner indígenas en una isla y hacer con ellos lo que queramos.
Básicamente podremos coger a un indígena y lanzarlo a donde queramos, lanzarlos al tiburón, darles un coco, lanzarles una piedra gigante, lanzarles un rayo y poco más. Y es que esa es la pena, que enseguida hemos hecho todas las opciones y pierde su gracia.
No se puede pedir mucho costando 0,79€, pero algo más quizá sí.
Pocket God (0,79€)