Imagen original The Verge
El nuevo Pixel 2 XL de Google es sin lugar a dudas uno de los mejores terminales que se pueden adquirir en estos momentos, al nivel de los nuevos iPhone o de los terminales tope de gama de Samsung. Así lo avalan sus especificaciones y su precio, y el poseer, de momento, la mejor cámara de un dispositivo móvil según DxOMark. Sin embargo cuando hablamos de la pantalla, uno de los elementos más importantes en un smartphone, parece que la cosa cambia mucho.
Y es que la nueva pantalla del Pixel 2XL, fabricada por LG y de tipo OLED, parece no cumplir con lo que se le debe exigir a un dispositivo de ese precio, y así lo dicen las primeras reviews publicadas, como la de The Verge a la que corresponden algunas de las imágenes de este artículo que así lo demuestran.
Imagen original The Verge
Esta imagen es la misma que la del encabezado pero más de cerca. Son fotografías directas de las pantallas del iPhone 8 Plus (izquierda) y el nuevo Pixel 2 XL (derecha). Se puede apreciar perfectamente cómo los colores del nuevo dispositivo de Google no se ajustan a la realidad, con unos tonos verdes mucho más acusados que en el iPhone. Esto es algo que se podrá ajustar según Google mediante software calibrando la pantalla para dar mayor o menor intensidad a otros colores, y así ha respondido Google a estas críticas. Pero lo que no tiene solución es lo que añade The Verge a continuación.
Imagen original The Verge
Y es que, tal y como le ocurriera a las primeras pantallas OLED de Samsung, cuando la miras desde un ángulo diferente al ideal los colores se distorsionan. Podemos verlo en la imagen superior, donde los iconos que deberían ser blancos en la barra de estado aparecen con todos más azulados a medida que se alejan a la derecha.
Imagen original Ars Technica
Si comparamos el Pixel 2 XL con su hermano pequeño, Pixel 2, cuya pantalla OLED está fabricada por Samsung, notaremos el siguiente problema de la pantalla del XL: el granulado. La pantalla está muy lejos de presentar una imagen limpia, todo lo contrario. Presenta un granulado e incluso unas zonas con diferente iluminación que hacen que el resultado final sea bastante lamentable para un dispositivo de esta categoría.
Está claro que la tecnología OLED de LG aún está muy lejos de perfeccionarse, y ahora podemos entender por qué Apple ha optado por Samsung como único proveedor de pantallas para su iPhone X, el primer terminal de la compañía en usar pantallas OLED.
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