Android es un gran sistema operativo, tanto es así que estamos hablando precisamente del sistema operativo móvil más utilizado del mundo, además con muchísima diferencia con respecto a iOS. Está claro que el hecho de que Android cuente con dispositivos de gran variedad de gama y precios afecta al hecho de que se vendan o utilicen muchas más unidades.
Sin embargo, hace poquísimo que conocíamos el nombre real de la nueva versión de Android 8.0, y no es otra que la deliciosa galleta Oreo. Sin embargo, estamos ante una de las ediciones de Android que menos expectación está levantando… ¿han tirado ya la toalla los expertos al respecto de la homogeneización de Android? Yo creo que sí.
Y es que con Android Oreo nos vamos a encontrar más un pulido del sistema operativo que una interesante renovación, añadiendo funcionalidades que estaban a medias como el Picture-In-Picture de forma totalmente nativa en todos los dispositivos y también un contador de notificaciones nativos dentro del logo de las aplicaciones. El resto de mejoras están claramente enfocadas a la gestión de la memoria RAM y la batería, así como las tareas en segundo plano, esas que han sido siempre la gran traba de Android y el motivo por el que necesitan un hardware bruto para funcionar de forma ligera.
Mientras tanto, nos encontramos que menos del 14% de los usuarios de Android utilizan la versión 7.0 Nougat, de hecho está claramente doblada por Marshmallow, Lollipop y hasta Kit-Kat, esta última una versión de 2014, una época donde el lector de huellas dactilares no era ni un estándar en Android. En definitiva, todo apunta a que Android 8.0 Oreo no va a hacer ni el amago de unificar Android, los expertos han tirado la toalla y se han centrado en optimizar un sistema operativo que tras mi experiencia en reviews (hablamos de Android Nougat) funciona de forma más que correcta y la diferencia con iOS es cada vez menor.