Una de las novedades que introdujo Apple con el iPhone X fue la sustitución del reconocimiento de la huella digital por el Face ID. La primera vez que configuré un nuevo dispositivo con esta tecnología, pensé que no debería ser muy complicado suplantar mi identidad delante de la cámara de mi flamante iPhone X.
Días después de estrenarlo, mi crío y yo nos tiramos una tarde de domingo haciendo trabajos manuales. Imprimimos varias fotos de mi cara, en color y a tamaño real, para intentar engañar al teléfono. Fue divertido, pero el intento fue en vano. Lo único que conseguí fue malgastar unos cartuchos de tinta a color. Por suerte, los uso compatibles, mucho más económicos que los originales.
Lo mismo que hice yo, lo han hecho unos ingenieros en China, mucho más profesionales, con máscaras 3D. La prueba, realizada por la compañía de inteligencia artificial Kneron, se llevó a cabo en diferentes lugares públicos que utilizan la tecnología de reconocimiento facial. La idea era intentar engañar a estos sistemas mediante máscaras 3D y fotografías de caras a tamaño real. El resultado es que pudieron suplantar la identidad de un cliente, y comprar y pagar sin problemas en varias tiendas asiáticas usando el sistema de pago de AliPay y WeChat.
Estos sistemas de reconocimiento facial, son parecidos a los usados en los aeropuertos. Lo probaron en el aeropuerto de Schiphol, el más grande de los Paises Bajos, y también lograron burlar al sistema. Lo mismo pasó en varias estaciones de ferrocarril en China. En el mismo informe, también se menciona que no pudieron burlar el sistema Face ID de Apple probado en un iPhone X.
La compañía Kneron, con sede en San Diego, utilizó para la prueba unas máscaras especiales 3D fabricadas en Japón. Hizo estas pruebas para conocer las limitaciones actuales de esta tecnología, mientras desarrolla su propio sistema de reconocimiento facial denominado «Edge AI».
Los chicos de Kneron no pudieron engañar al iPhone, pero según ha publicado 9to5mac, otros avispados burladores si que lo han conseguido. Una nueva patente de Apple que controla el movimiento muscular facial imposibilitará este sofisticado sistema de engaño.