durante meses parece que Apple jugó al despiste con su nuevo sistema de seguridad para el iPhone X. Con todo el frontal ocupado por la pantalla y sin espacio para el botón inicio los rumores acerca de cómo Apple estaba trabajando en un sistema para colocar el sensor de huellas bajo la pantalla inundaban la web. Y como era evidente el resto de fabricantes trabajaban en el mismo sentido.
sin embargo pocas semanas antes de la presentación del nuevo iPhone saltaba la sorpresa al desvelarse que Apple podría abandonar el Touch ID en favor de un sistema de reconocimiento facial que hasta ese momento no se había planteado nunca como una opción seria para la seguridad de los smartphones. Esto ha hecho que la competencia rápidamente haya cambiado de planes y haya marcado una nueva hoja de ruta: el reconocimiento facial es el futuro.
Hace ya tiempo que muchos dispositivos usan el reconocimiento facial como sistema de «seguridad», aunque con flagrantes fallos que demostraban que se podía depositar poca confianza en ellos, como el hecho de que una simple foto pudiera desbloquear tu dispositivo. Apple ha revolucionado esta tecnología con su nuevo Face ID que, según asegura la propia compañía, es mucho más seguro que el Touch ID, su sensor de huellas dactilares que tanto ha gustado a los usuarios. Ha sido la primera compañía en depositar toda la seguridad de su smartphone en el reconocimiento facial, incluso para poder realizar pagos mediante Apple Pay.
Según Ming Chi Kuo la competencia ya se ha puesto a trabajar en sus propios sistemas de reconocimiento facial basados en la cámara True Depth de Apple, que además de usarse para el Face ID también permite personalizar emoji mediante nuestros gestos faciales en tiempo real, y que tendrá también importantes funciones relacionadas con la Realidad Aumentada gracias a sus sensores 3D. De nuevo alguien marca el camino que todos deben seguir.
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