La Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos publicaron el pasado jueves la solicitud de registro por parte de Apple de la patente para un “altavoz auricular de sistema híbrido de audio y transparencia” que daría a los futuros AirPods un sistema avanzado de cancelación de ruido no muy diferente en los auriculares Bose, pero con un pequeño giro que los diferenciaría ostensiblemente.
La propuesta realizada por Apple se basa en la gestión y cancelación del ruido que envuelve al dispositivo, refiriéndose a ello en la patente como una pasarela de audio que permitiría que los sonidos del entorno ambiental fueran aceptados o desechados selectivamente, como se ha explicado en AppleInsider. Los auriculares típicos que sellan el canal del oído, micrófonos de alto consumo de energía y un procesamiento digital del ruido se utilizan para reducir el sonido no deseado mediante la creación de un segundo sonido específicamente diseñado para cancelar el primero. Cuando se quiere oír lo que está pasando en su entorno, los sistemas de paso integran en la señal el sonido externo captado por los micrófonos en la señal de audio. La publicación señala que este método tiene sus inconvenientes, porque el sellado del canal del oído conduce a amplificar sonidos propios del eco, como el de la propia voz de un usuario o de otros sonidos como los creados por el movimiento del cuerpo. Esto se conoce como oclusión o aislamiento efectos.
El invento de Apple podría permitir a unos futuros AirPods completamente sellados que se reduzca el ruido y los sonidos no deseados, pero sin el efecto de oclusión antes explicado. La presentación del producto pendiente de patente menciona el uso de una válvula acústica o aleta, que podría pasar de estar abierta a cerrada y viceversa, según sea necesario por un pequeño motor de a bordo para permitir la entrada de sonidos o no.
Los efectos de oclusión pueden ser en gran parte evitados por la ventilación creada por la válvula (en el tallo de una de las almohadillas, por ejemplo) durante una conversación telefónica. Alternativamente, la válvula se puede cerrar cuando un usuario está escuchando música, aislando así el contenido de audio emitido por los auriculares del ruido exterior existente.
En cualquier caso, una válvula física es más eficiente que el procesamiento de sonido digital constante. El accionamiento de la válvula podría hacerse que fuera automatizado por medio de la interpretación de los datos de los sensores integrados de los AirPods. Por ejemplo, los micrófonos y acelerómetros de voz podrían detectar cuando un usuario está hablando en los auriculares, provocando con ello el accionamiento de la válvula. Otras acciones que desencadenarían el funcionamiento de la válvula partirían de una base de señales de audio recogidas por el dispositivo y que partirían del entorno del usuario.
Por otra parte, si los sensores de movimiento incorporados a los AirPods detectan que lo que se está realizando es una actividad física, el sistema de Apple podría abrir la válvula de manera que el usuario sea más consciente de los sonidos de su entorno, como el tráfico de automóviles o de otras personas para aumentar con ello su propia seguridad.
Además de ventilación pasiva, Apple describe también un sistema de aumento de sonido que funciona de una manera similar a la tecnología de selección de sonidos existente. Se activa sólo cuando la válvula de los auriculares esté abierta. Así, el sistema de aumento de sonido recogería el audio desde un micrófono externo, ajustaría su frecuencia y lo entregaría incrementado al usuario. El objetivo es reproducir el sonido ambiental al usuario como si este no llevara puestos los auriculares.
El sistema podría incluso igualar la presión existente durante los despegues y aterrizajes de aviones, mediante la regulación de la presión en el canal auditivo del oído del usuario. El invento de Apple fue presentado por primera vez en enero de 2016, gracias al trabajo del ingeniero Scott C. Grinker, su inventor.