La semana pasada, la guerra que mantenían Apple y Qualcomm se dio por finalizada. Ambas empresas habían llegado a un acuerdo, a través del cual Apple pagaba unos 6.000 millones de dólares a Qualcomm y podría seguir utilizando la tecnología de esta última en sus terminales, principalmente la relacionada con los módems 5G.
Antes de anunciarse el acuerdo, Apple había confiado en Intel para que desarrollara esta tecnología para sus futuros terminales, pero tras el anuncio del acuerdo, el fabricante de procesadores anunció que no seguiría con el desarrollo de este producto en concreto, afirmando que la rentabilidad económica del mundo de la telefonía ha comenzado a dejar de ser lo que era.
El primer iPhone con tecnología 5G se espera para 2020. El módem que Apple utilizará estará fabricado por Qualcomm, aunque también podría reducir su dependencia de esta compañía, haciendo uso de los módems 5G de Samsung, tal y como os informamos hace unos días, una posibilidad bastante factible ya que a Apple no le gusta depender únicamente de un proveedor.
Pero mientras llegan los iPhone de 2020, el iPhone que Apple presente dentro de unos meses, dispondrá en su interior de un módem 4G fabricado por Intel, probablemente porque ya sea demasiado tarde para cambiar las líneas de producción además del diseño interior para adaptarlo al modelo de Qualcomm.
Tras el anuncio del abandono del desarrollo de los módems 5G, Intel afirmó que seguirá fabricando módems 4G, no solo para Apple, sino también para el resto de fabricantes de telefonía que estén interesados en implementarlo.
Hace unas semanas, se rumoreó que Huawei podría haber ofrecido sus módems 5G en exclusiva a Apple, una noticia que fue desmentida posteriormente por el máximo responsable de la compañía. También se rumoreó meses atrás, que MediaTek también podría encargarse de proveer este tipo de chips a la compañía con sede en Cupertino.
Hasta que el 5G esté operativo, todavía pasará un tiempo…