Apple presentó ayer en Cupertino, en el Steve Jobs Theater del Apple Park, la nueva gama de iPhone. Este 2018 tenemos tres nuevos modelos con diseño de iPhone X. Son los iPhone XS, iPhone XS Max y iPhone XR que, a pesar de lo rumoreado durante meses, siguen sin disponer de la carga rápida o cargadores USB-C de ningún tipo en la caja.
Recordarás de la presentación de los iPhone X, iPhone 8 y iPhone 8 Plus que Apple introdujo la carga rápida (y la inalámbrica) en sus modelos por primera vez. Esta carga rápida de hasta el 50 % de la capacidad en 30 minutos requiere de un cargador USB-C (como los de los MacBook y MacBook Pro) de al menos 18 W, un cable USB-C a Lightning y que el iPhone sea compatible.
Tras ver que era necesario comprar accesorios a parte para disfrutar de esta carga rápida, muchos se atrevieron a decir que los próximos modelos de iPhone los incluirían. Pero no ha sido el caso. Los iPhone XS, iPhone XS Max y iPhone XR traen el mismo cable USB-A «de toda la vida» de 1 metro, junto con un cargador USB-A de 5W, el mismo que han traído durante años. Por lo que seguimos sin disponer de carga rápida directamente out of the box y toca pasar por caja.
Además, así como los cargadores USB-C florecen y tenemos algunos económicos, el cable USB-C a Lightning, de momento, debe ser el oficial de Apple. Puede ser el de 1 o 2 metros por 25 o 39 € respectivamente.
Otro rumor que tampoco se ha cumplido y que era menos consistente pero que un servidor esperaba con más entusiasmo era el de que los iPhone, directamente, tuvieran una conexión USB-C en lugar de Lightning (como los MacBook y MacBook Pro).
A pesar de que muchos usen y se hayan gastado el dinero en los accesorios necesarios para la carga rápida, lo cierto es que los cargadores USB-A dominan el mercado y, ahora mismo, un iPhone que incluyera sólo un cable USB-C forzaría a la gente a comprarse el cable USB-A a Lightning.