De todos es sabido lo importante que es para Apple la privacidad de la información de sus usuarios. Por mucho que lo ha intentado el gobierno de EE.UU., la compañía de Cupertino siempre se ha negado a colaborar con la policía para permitirle desbloquear cualquier dispositivo suyo cifrado por un usuario.
Así que la policía no tiene más remedio que intentar «apañárselas» si quiere indagar en los iPhones que requisa de sospechosos de cometer un crimen. Así que más de 2.000 comisarías de Norte América se han tenido que comprar dispositivos «hackean» (o al menos lo intentan) los teléfonos de Apple. Se me escapa si eso es legal o no.
Más de 2.000 departamentos de policía de los EE.UU. disponen de herramientas específicas para «hackear» iPhones bloqueados por su usuario, y así poder acceder a sus datos sin su consentimiento, y sin tener que depender de (la no ayuda) de Apple.
Según un informe de la organización de Washington Upturn, afirma que al menos 2.000 agencias policiales en los 50 estados norteamericanos tienen herramientas para poder acceder a smartphones bloqueados y encriptados. El estudio se ha llevado a cabo tras el análisis de años de registros públicos relacionados con las agencias y sus investigaciones.
Parece ser que al menos 49 de los 50 departamentos de policía más grandes de los Estados Unidos tienen las herramientas suficientes para desbloquear smartphones, así como una serie de ciudades y condados más pequeños. Para las comisarías que no poseen las dichos equipos, a menudo envían los móviles a laboratorios estatales o federales que normalmente disponen de dicha tecnología.
Primero prueban con GrayKey, y si no lo consiguen, recurren a Cellebrite
Una de dichas herramientas utilizadas habitualmente por la policía es el GrayKey de la cual ya hablamos en su día. Un pequeño dispositivo capaz de desbloquear iPhones cifrados por el usuario. La policía federal y los departamentos de policía local han estado comprando dicho dispositivo durante algunos años, pagando decenas de miles de dólares a su fabricante.
Si dicho dispositivo no puede descifrar un iPhone determinado, envían el móvil a Cellebrite, una empresa que se dedica a desbloquear móviles. Las facturas revelan que Cellebrite cobra alrededor de 2,000 dólares por desbloqueo de dispositivo. No hace mucho vendió un equipo de desbloqueo al Departamento de Policía de Dallas por 150,000 dólares.
Lo que es un misterio es saber si realmente pueden desbloquear dispositivos de Apple. No se sabe qué modelos, ni con qué versiones de iOS. Seguro que cada vez lo tienen más difícil. Si es que pueden, que lo dudo.