Algo está pasando con Android Wear y sus fabricantes. Es de sobra conocido que la limitaciones que Google estableció en el lanzamiento de Android Wear, no permitiendo capas de personalización en los dispositivos que fabricaran nunca ha sido del agrado de los fabricantes, pero si de los usuarios que pueden hacer uso de sus smartwatches sin los dichosos lags que siempre conllevan las capas de personalización de los fabricantes. Además, las limitadas opciones que Android Wear le ofrece a los fabricantes están obligando a algunas compañías, como Samsung, a lanzar sus dispositivos con sus sistema operativo Tizen, que ofrecen un mejor rendimiento y menor consumo de batería, y las aplicaciones disponibles comienzan a no ser un problema.
Este año el tan solo Asus y Fossil se han arriesgado a renovar su gama de terminales que actualmente ofrecen a los usuarios. Sin embargo el resto de principales fabricantes: LG, Motorola y Huawei han confirmado que no están trabajando en ningún nuevo dispositivo para lanzar este año, un noticia que llama la atención teniendo en cuenta que prácticamente todos los años estaban renovando sus dispositivos.
Parte del problema se encuentra en Android Wear, pero no es el único motivo. Parece que mercado está dando síntomas de agotamiento, ya que este tipo de dispositivos sigue apenas sin avanzar y prácticamente nos ofrece las mismas funciones que los primeros modelos que llegaron al mercado. Aquí es donde Google, sabedor de estos problemas, parece que se está viendo obligado no solo a lanzar su propia gama de dispositivos móviles, que presentará el próximo 4 de octubre, sino que también podría meter la cabeza de lleno en el mundo de los smartwatches.
Apple acaba de lanzar la segunda generación del Apple Watch un año y medio después de su presentación, y en el que tan solo ha añadido un sensor GPS y la resistencia al agua. Está claro que este sector esta evolucionando de forma muy lenta y esta lentitud está afectando a las ventas de este tipo de dispositivos.