Últimamente hasta la aplicación mas “chorra” se empeña en obtener acceso a nuestra ubicación con la excusa de funcionalidades ínfimas. Es algo similar a lo que sucedía antes cuando se nos solicitaba acceso a los datos de contacto e incluso el micrófono.
Se destapa un enorme número de aplicaciones que obtienen y venden nuestros datos de localización de iOS. Este es sólo un nuevo caso de los muchos que están surgiendo en estos últimos días tanto en la App Store de iOS como en su versión hermana para macOS.
La verdad es que en muchas aplicaciones es sumamente interesante, como sucede por ejemplo en Google Maps donde gracias a los datos de otros usuarios es capaz de ofrecernos rutas actualizadas en base al tráfico o posibles accidentes que vayan surgiendo a lo largo del trayecto. Sin embargo, muchas otras que se han descubierto gracias al trabajo de TechCrunch como Ask.fm o NOAA Weather, que no necesitan nuestros datos de localización para ofrecer el mismo servicio que ofrecerían sin ellos. Está claro que aprovechan estos datos para sacarles un rendimiento económico. Es cada vez más evidente la teoría de que sino pagamos por un producto es porque el producto somos nosotros.
Estos datos se están enviando de forma automatizada y sistemática a empresas que ofrecen servicios de analítica para el mercado en general como Cuebiq o Teemo, además de la archiconocida Mobiquity. Está claro que este tipo de análisis de datos es beneficioso en el desarrollo de los productos, sin embargo, esto supone un aumento exponencial del consumo de batería y de datos móviles, sobre todo cuando en realidad no sabemos que estas aplicaciones están monetizando nuestra información de forma tan constante, y es que quizás no estemos de acuerdo con esta práctica, sin embargo, muchas de estas aplicaciones ni siquiera funcionan sin acceso a la localización.
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