Apple es una compañía que mueve muchísimo dinero, pero siempre podemos usar el dicho de que «no ganará para abogados». Son muchas las demandas que reciben Tim Cook y compañía, las más recientes, sin contar la que comentaremos a continuación, guardaban relación con un mal uso de las conexiones del iPhone, lo que resultaba en un consumo de datos mayor y, a la postre, un aumento en la factura. Ahora Apple se enfrenta a una demanda que ha presentado Valencell, alegando que Apple ha infringido patentes, usado prácticas comerciales engañosas e incumplimiento de contrato.
Según Valencell, la compañía de la manzana se mostró muy interesada en su tecnología para detectar el pulso, de nombre PerformTek, en 2013. Valencell pensó entonces que Apple usaría esta tecnología en el Apple Watch. Ambos se reunieron en 2013 y 2014 para discutir la incorporación de PerformTek en el smartwatch de los de Cupertino. Como no podía ser de otra manera, Valencell mostró a Apple en lo que estaba trabajando.
Para ser más exactos, Valencell le enseñó a Apple un prototipo de un reloj que usaba la mencionada tecnología PerformTek. Más tarde, envió varios productos para que los de Cupertino pudieran examinar más detalladamente el funcionamiento de este reloj. Valencell alega que Apple mintió asegurándole que había un acuerdo en el que Apple licenciaría el Apple Watch con esta tecnología, cuando en realidad no tenía intención de hacerlo.
Una vez habían examinado todo lo necesario, todo según Valencell, Apple habría valorado qué sería más beneficioso para ellos y decidido que obtendrían más beneficios infringiendo las patentes del demandante aunque, como ha sucedido, fueran demandados. Valencell dice que Apple ha infringido cuatro de sus patentes, todas ellas relacionadas con el sensor de frecuencia cardíaca. Además de a Apple, Valencell también ha demandado a Fitbit por algo parecido.
No se por qué, esto me recuerda muchísimo a lo que sucedió entre Apple y Xerox en los primeros años de la compañía que fundaron Jobs y Wozniak. Jobs pidió que le enseñaran el funcionamiento del ratón y poco después lo incluyeron en sus ordenadores. También me recuerda a un gran estudio de cine, del que no recuerdo el nombre, que fue a preguntar cómo funcionaba un programa que simulaba el movimiento del agua con gran precisión a un pequeño desarrollador, programa que terminó copiando y usando en sus propios proyectos. No voy a decir que Apple sea un ángel, ni muchísimo menos, pero lo que sí que voy a decir es que hay que ser más cuidadoso con a quién le enseñamos nuestro trabajo. Por confiar en la persona equivocada se puede perder mucho, siempre y cuando Valencell diga la verdad. Apple, como es habitual, aún no ha hecho ningún comentario al respecto.
Me da la impresión que Apple es un ladrón de guante blanco